1. Carne tierna para dos abuelitos


    Fecha: 12/10/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Alita_oni, Fuente: CuentoRelatos

    ... alojarás en mi casa en Paysandú.
    
    —¡No me haga llorar de la risa, Señor! ¿Realmente piensa que solo lo hago porque quiero coger con usted? Baje esos humos, pero por favor. Yo estaba afuera de la habitación de mi papá, esperando que terminara de hablar teléfono, pero parecía que nunca iba a terminar de discutir con su colega. Para esa ocasión solo llevaba una camisetita rosada que revelaba mi ombligo y una braguita blanca. Me había deshecho de la coleta y dejé que mi cabello lacio y mojado terminaran de darme la imagen ideal. Entré en su habitación. Él me miró fugazmente mientras hablaba, puso su mano en el móvil y me dijo:
    
    —Rocío, ¿entras sin tocar?
    
    —Perdón papi, quería pedirte un favor. Me subí en su cama y a cuatro patas avancé lentamente hasta quedar encima de él. Su mirada era extraña, como si tratara de reconocerme. Aún no sabía que su hija se había convertido en una adicta al sexo duro. Me mordí el labio inferior y llevé un mechón tras mi oreja.
    
    —Papi, hablemos un ratito.
    
    —Te llamo luego –colgó su móvil-. Pero bueno, mírate nada más, qué bonita estás, Rocío. ¿Qué quieres?
    
    —Voy a irme a Paysandú para participar en un torneo amateur de tenis. No te preocupes por mí, me alojaré en la casa del Señor Gonzáles y su esposa –inventé lo de la esposa-.
    
    —Sigues viviendo bajo mi techo. Mi casa, mis normas, nena. No hay trato, te quedas aquí. Me estaba poniendo mal humorada, sentía que la tranca venosa de mi entrenador se alejaba de mis manos. Volvió a coger su ...
    ... móvil para llamar a su colega pero yo no iba a dejarle, me abalancé para abrazarlo con brazos y piernitas, mi manita disimuladamente lanzó el móvil al suelo, llevé mi naricita hasta su oído y le susurré muy sexy:
    
    —Por fiiiii papiii, no seas malo, te prometo que te traeré una medalla para que estés orgulloso de tu nenita.
    
    —Rocío… ufff, pero qué te pasa… Quiso apartarme pero yo me senté sobre él y apoyé mis manos en sus hombros. Gemí porque el culo aún me dolía un poquito, pero decidí aguantármelo, me reí y mordí la puntita de mi lengua.
    
    —No te soltaré hasta que me lo permitas, papi. Venga, solo serán unos siete días, te llamaré todos los días, te lo juro.
    
    —Bufff… Confío en el Señor Gonzáles, ha enderezado un montón a tu hermano. No se lo digas a nadie, pero el muchacho me dijo que está enamorado de una chica y que busca ponerse serio con ella. Pues claro que mi hermano estaba enamorado. Estaba enamorado de mí gracias a las clases de tenis de mi instructor. Pero él era de lo menos en ese momento, era evidente que mi papá no me veía como una mujer deseosa de carne, yo era simplemente su hijita, por más cortita de ropas que estuviera, por más que yo gimiera como cerdita y por más que me restregara contra su pelvis.
    
    —Papi no hablemos de Sebastián, hablemos del torneo de tenis en Paysandú.
    
    —Ah, eso. No, lo siento Rocío. Mandé mi rodilla en su entrepierna y golpeé ligeramente su bulto. Él quería acomodarse pero yo lo tenía bien sujeto, me acerqué más y más con una ...
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