Unos días calientes en Punta - Relatos Eróticos

Unos días calientes en Punta

... pueda dar una verdadera pija”Después le sonrió y fue hasta el baño, de donde regresó con un pote de crema; que comenzó a deslizar suavemente por la entrada anal de Anita, que seguía apoyada boca abajo sobre la mesa.“Ahh… qué bien que se siente, Doctor… Qué me recomienda ahora…?”Preguntó mi mujercita, con su sedosa voz de gata en celo.Fabio la tomó por la cintura y le comió otra vez la boca a besos de lengua“En el caso de un culo roto, señora… hágase empalar por la concha…”Flexionó sus piernas con su verga otra vez totalmente inflamada y apoyó la punta entre los labios vaginales bien dilatados de Anita.Ella cerró los ojos y abrió la boca para gemir, mientras esa poderosa pija volvía a invadirla…Un rato después, tras bastantes jadeos, suspiros, gritos y palabrotas; ambos acabaron casi al mismo tiempo.Permanecieron abrazados, ella con esa verga todavía hundida en su delicado cuerpo. Luego se desprendieron del abrazo, pero se comieron las bocas con intensidad…Anita se volvió a colocar su tanga ahora ya seca y libre de arena.Ya era casi mediodía. Habían estado cogiendo por ...

... unas tres horas.Aparecí cuando mi esposa se había sentado a almorzar, sola.Para justificar mi presencia, mentí diciéndole que la camioneta se había averiado en el camino y habíamos tenido que regresar sin poder llegar a la laguna.Anita no comentó nada de su aventura y Fabio se mantuvo esquivo conmigo durante el resto de día. Seguramente estaba satisfecho con haberle roto bien el culo a mi delicada mujercita, pero tal vez también el muy turro tenía cargo de conciencia…Al acostarme de noche con mi delicada mujercita, quise probar sus excusas para no coger conmigo. Ya había visto algunos moretones en sus hermosas tetas; producto de los apasionados chupones que le había dejado su amante.Anita se resistió cuando me abalancé sobre su voluptuoso cuerpo.Su mejor pretexto fue decirme que había estado masturbándose con su vibrador favorito durante la mañana y su concha le dolía demasiado…Le dije que podíamos practicar un poco de sexo anal entonces.“La cola también me quedó muy abierta y dolorida…” Ronroneó ella.“Claro que sí…” Pensé para mis adentros “Te la dejó bien destruida…”