Unos días calientes en Punta - Relatos Eróticos

Unos días calientes en Punta

... sus dedos. Cuando la tuvo a mi esposa retorciéndose de placer; consideró que ya estaba lista para sodomizarla y se dispuso a introducirle aquel enorme pedazo de pija en ese estrecho ano.Estuvo un buen rato intentándolo, poco a poco, con continuas dosis de gel, para lograr que el apretado esfínter de Anita cediera un poco.Debió ser doloroso cuando al fin pudo introducir el glande completo, ya que Anita pegó un agudo quejido y empezó a lagrimear...“Te duele, Anita… te la saco…?” Preguntó Fabio muy solícito.“Ni se te ocurra, hijo de puta… te pido paciencia y que seas delicado…”Alcanzó a balbucear mi esposa entre gemidos de dolor…“Este culo está muy apretado… tu marido nunca te lo rompe..?”“No tan seguido y además no vas a comparar el tamaño...” Gimió ella.“Qué pasa… la tiene chiquita el cornudo de tu esposo…?”Preguntó el turro, mirando de reojo hacia donde yo me encontraba.“La tiene muy, muy grande; pero la tuya me llena el culo mucho más”Ronroneó Anita, siempre gimiendo de dolor…Toda esa conversación pareció excitarlos un poco más a ambos.Fabio notó que Anita ya no se quejaba tanto y aprovechó para impulsarse hacia adelante y enterrarle la verga hasta el fondo.Luego de un breve momento de adaptación, los dos empezaron a moverse lentamente hasta que esa cogida se transformo algo vicioso.Fabio se inclinó para susurrarle toda clase de obscenidades al oído.“Te gusta cómo te garcho por el culo, pedazo de puta…?”“No te importa estar cogiendo conmigo y hacer cornudo a tu marido?”“La ...

... culpa es de él, si tuviera tu destreza amatoria, no me habría entregado tan fácilmente a que me cogieras con semejante pija…”Dijo Anita entre gemidos, mientras su culo embestía esa verga…Fabio estaba fuera de sí y mientras seguía abriendo el castigado culo de mi esposa a puro golpe de pija, se tensó como preludio del orgasmo que estaba por tener…Ambos acabaron juntos. Él eyaculó en el fondo del ano de mi mujercita y ella se abrazó al escritorio, contraída por un brutal orgasmo muy audible.A mi esposa le temblaban las piernas y no parecía no poder mantenerse en pie. De pronto pude ver que se orinaba encima; todavía con la potente verga de Fabio insertada hasta el fondo de su recto…El flaco permaneció dentro de ella, como si quisiera prolongar su propio placer y finalmente se salió y cayó despatarrado en un sillón.Mi esposa siguió reclinada sobre el escritorio mientras un verdadero torrente de semen fresco se escurría de su dilatado y destruido ano…Giró su cabeza y miró a Fabio, agradeciéndole por ese polvo que le había pegado con su verga descomunal. Agregó que nunca se había sentido tan llena y tan satisfecha luego de coger…“No sé cómo le voy a explicar a mi esposo el desastre de mi concha y mi culo, ni los moretones y arañazos que me dejaste en todo el cuerpo.”Dijo sonriendo con algo de malicia y picardía…“Podrías decirle que te picó una avispa…” Bromeó el muy turro.“Tu marido ni va a darse cuenta y, si lo hace, sabe que una hembra como vos se merece coger con un macho que le ...