En brazos de extraños
Fecha: 18/10/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ultraman, Fuente: CuentoRelatos
... molesto.
Me senté en el sofá de la sala y comencé a pensar los pros y los contras de esta situación. ¿Me estaría comportando egoísta con Robert al no complacerlo? ¿Y si no lo complacía? ¿no buscaría hacerlo con otra? ¿Y porque no hacerlo? ¿Qué podía perder? Y sería una nueva experiencia para mí. Mi cabeza era una confusión, pero lo había decidido, iba a complacer a mi marido y dejar de comportarme como una niña. Tomé el teléfono y lo llamé.
- Mi amor perdóname he sido egoísta al pensar solo en mí. Sí lo voy hacer, vente pronto a casa, no me dejes mucho tiempo en los brazos de un extraño.
- Que bueno mi amor, me alegra mucho qué hallas recapacitado, me has alegrado la tarde, ya voy para allá, mantenlo a raya hasta que llegue y espera hasta que active la alarma de la camioneta, luego lo corres y vendrá nuestro momento.
-Ok. Así será, dije preparándome para cambiarme.
Me puse uno de mis trajes de baño más sexy. Tomé mi bronceador más una toalla y bajé a la piscina. El Piscinero era joven, rubio, alto y de espléndido cuerpo, nada mal en verdad, no he de negar que Robert lo había escogido bien.
-Hola, lo saludé acercándome a él.
- Hola señora buenas tardes. Ya falta poco, dentro de poco podrá utilizarla.
Pude ver de reojo como me desnudaba con su mirada.
- Ok. Gracias. Mientras tanto voy a tomar un poco de sol, dije sentándome en una litera.
Comencé muy lentamente a colocarme el bronceador sobre las piernas y brazos, el me observaba con el rabillo ...
... del ojo.
-Por favor puedes ponerme un poco en la espalda, le hice señas al joven con el bronceador, este se acercó receloso como si no diera crédito a lo que oyó.
- Dígame señora en que puedo ayudarla, dijo tímidamente.
- Me puedes hacer el favor de ponerme un poco de bronceador en la espalda, de eso siempre se encarga mi esposo pero está de viaje y no tengo quien me ayude. ¿No te molestaría hacerlo verdad?
-Por supuesto que no me molesta señora, no faltaba más pero no sé si lo sabría hacer bien.
-No es difícil, solo colocas un poco y lo frotas con la palma de tu mano suavemente hasta que cubra la piel, le dije pícaramente sin dejar de verlo.
- Ok. Espero hacerlo bien, dijo tomando en bronceador.
Me acosté boca abajo y con una mano solté el nudo del brazier para que quedara mi espalda descubierta, sentí sus fuertes manos esparciendo el bronceador lentamente, esto comenzó hacer un efecto muy extraño en mí, ya no solo untaba la crema sino que me estaba masajeando y me sentía muy a gusto.
- Por las piernas también, le dije pillando su mirada clavada en mis nalgas, bajó lentamente a mis piernas masajeándolas con mucha delicadeza, las abrí un poco e inmediatamente sentí sus manos masajeando la parte interna de mis muslos, ya imaginaba su erección.
- Colócame un poco en las nalgas, le dije soltando uno de los lazos laterales de mi bikini, con la otra mano me lo corrí hacia un lado quedando mis nalgas al aire libre, vi que titubeó unos segundos observando ...