Una madre que tienta al hijo con su cuerpo
Fecha: 19/10/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... la farmacia de la otra cuadra, lo que anotó en la receta. Agarra el dinero de la mesada.
Se retira de la habitación y apaga la luz, yo me quedo profundamente dormida hasta la mañana cuando escucho golpear la puerta a mi hijo.
Benjamín – Hola, buen día.
Yo –Pasa, pasa
Benjamín – ¿Cómo estás?
Yo -Me arde, me quedé dormida y no me saqué la toalla. ¿Quieres ver si tengo ampollas?
No dice nada, se arrima y me saca la toalla.
Yo -¿Y cómo está?
Benjamín –Te salieron un montón de ampollas
Yo -¿Sí? ¿En qué parte?
Benjamín – De la mitad para abajo
Yo –Uy, qué problema, bueno anda a la farmacia mientras me ducho.
Mientras le digo esto me doy vuelta y veo como mira mis pechos que se transparentaban de mi camisón. Él estaba en silencio, parecía que estaba excitado, trato de no asustarlo y empiezo a caminar con naturalidad hacia el baño, mientras él hacía lo mismo yendo a la farmacia.
Mientras me ducho necesito masturbarme y lo hago con violencia, estaba muy excitada. Ya más calmada me envuelvo en la toalla y salgo del baño, lo veo a Benja parado con una bolsa en la mano con las compras.
Yo -¿Conseguiste todo?
Benjamín –Si, tenían todo
Yo –Bueno, acompáñame
Entramos a mi habitación, y me acerco a un cajón del mueble donde guardo mi ropa y tomo una tanga blanca, igual que la anterior dejaba casi al descubierto todo mi culo. Me la deslizo entre los pies y la levanto hasta que calce en su lugar por debajo de la toalla, todo el movimiento ...
... supervisado por la mirada y el silencio de mi hijo.
Yo –Benja, me vas a tener que ayudar con la crema y las vendas, vas a poder
Benjamín –Sí, como no
Yo –me acuesto y decime como queres que me ponga
Me recuesto boca abajo sobre la cama, igual que a la noche y levanto la toalla, para dejar al descubierto el culo.
Yo -¿está bien así?
Benjamín –mmmmm, más o menos
Yo -¿Por qué?
Benjamín –hay ampollas un poco más adentro
Fue como la llave para hacer lo que quería, me arrodillo sobre la cama y apoyo los codos, yo sabía que desde esa posición él tendría a la vista el ano cortado por una delgada tira de tela. Vería cada estría del esfínter, cada surco, hasta supongo que mis labios vaginales asomaban por los costados de esa delgada línea blanca. Abro el culo con descaro.
Yo –Ves bien así
Benjamín –Si, se ve bien, ¿te paso la crema?
Yo –Sí, pone
Siento su temblorosa mano sobre unos de mis glúteos que empieza con pequeños círculos, de a poco entra en confianza y esos círculos cubren todo un lado. Luego sigue con el otro glúteo, cuando termina parece que se anima a pasar su mano por entre los glúteos, pero me doy cuenta que no quiere llegar a tocar el ano.
Yo -¿terminaste?
Benjamín –Falta un poco, pero está cerca del medio.
Yo –jajaja, no tengas vergüenza, no te voy a decir nada.
No sé si lo hacía a propósito, pero que más quería, que se deleite con mi culo. Como recordarán sólo llevaba puesta la toalla con la que me había envuelto cuando ...