La Madrastra
Fecha: 21/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... suavemente a la altura de mi cadera, el corazón comenzó a latir tan fuerte, que pensé que sería imposible que no lo estuviera escuchando.
Estaba a pocos centímetros, tan cerca que todo mi ser se impregnaba con el olor de su perfume, me sentía vulnerable y excitada, no podía evitar desearle, deseaba que me hiciera suya allí mismo, a pesar de mi novio, a pesar de mis amigas que estaban fuera, a pesar de que en cualquier momento podríamos ser descubiertos, deseaba que me follara como a una vulgar guarra sobre la encimera… esta era la segunda vez en el día, en la que terminaba con las braguitas empapadas.
La respiración acelerada comenzaba a ser visible en mi pecho, su mano se comenzó a deslizarse desde la cintura con dirección a las caderas, se deslizaba muy despacio sintiendo el tacto de su mano a través de la fina tela del vestido. Con seguridad en sí mismo me atrajo hacia el con la intención besar mis labios resecos por la excitación.
Intenté hablar pero no podía, solo fui capaz de articular una pequeña serie de palabras temblorosas…
- No por favor, tengo novio…
Fue en ese instante cuando mi corazón dio un golpe y quiso salirse del pecho, un escalofrío recorrió mi espina dorsal y en ese instante, una voz conocida resonó en la habitación, como un trueno en una noche de verano.
- ¡¡¡Eres una autentica zorra!!! Decías que yo era un celoso y que tenía que confiar en ti… en cuanto me doy la vuelta un segundo, te follas al primero que pillas…
Al escuchar las ...
... palabras, Marcos se apartó de mí y solo en ese momento, fue cuando pude ver a Carlos que se encontraba en la misma entrada de la cocina, mi corazón latía con fuerza, mi interior se encontraba impregnado con un sentimiento de culpabilidad, en un primer momento quise decir algo, Carlos se mantuvo bajo el quicio de la puerta de la cocina como si estuviera esperando una respuesta, durante dos segundos que me parecieron dos años, Carlos se mantuvo mirándome con los ojos inyectados en odio y al momento se giró y salió del piso.
Marcos me miraba con cara de incredulidad que rápidamente se borró de su rostro, yo quedé completamente tocada, incapaz de pensar o decir nada, tras unos segundos de silencio, Marcos volvió a acercarse a mi como si quisiera termina lo que ya había empezado, pero en esta ocasión yo lo aparté y salí corriendo, quería alcanzar a Carlos y pedirle perdón, corrí escaleras abajo, cuando llegue a la calle lo vi entrar en el coche, rápidamente abrí la puerta y casi me lance dentro en el mismo momento que arrancaba.
- No ha pasado nada… no sé qué coño has visto o has imaginado ver, pero ahí no ha pasado nada, ese tío se ha acercado y le he dicho que tenía novio, si llevabas rato mirando lo has tenido que escuchar.
Estaba dentro del coche con Carlos al volante intentando imprimir a mi voz la mayor seguridad de la que era capaz, con una mezcla de indignación y miedo en mi voz.
- ¿No ha pasado nada?? ¡¡Joder te lo hubieras follado allí mismo!! Como puedes decir ...