1. Mi hijo y su amigo


    Fecha: 29/10/2020, Categorías: Incesto Autor: LESTERUCO, Fuente: SexoSinTabues

    ... fuerza, mientras sentía su pelvis contra mis nalgas. Damián se había quedado quieto, mirándome fijamente a los ojos. Con mis piernas alrededor de su cintura, sentía su verga apoyada en mi conchita. Sin poderme contener, lo besé en la boca, abriendo la mía y jugando con mi lengua dentro de la suya. Luego me solté y, volviéndome, repetí la operación con Martín, que no cabía en sí de su asombro- - Marian. - susurró con voz ronca. Le puse el índice en los labios, para que no hablara. Damián apretaba mis tetas y apoyaba su verga en mis nalgas. - Vamos afuera. - propuse, y caminamos abrazados los tres hasta la escalerilla, saliendo de la pileta. - Mami, estás divina. - Damián me besaba el cuello al recostarnos sobre la lona al sol. Su manos acariciaban mi conchita depilada. Separé las piernas para gozar más de la caricia, y con cada mano agarré una de aquellas vergas que tanto me fascinaban. Apenas las podía rodear con los dedos. Mi mente estalló. ¿Quería tenerlas dentro mío? Martín se inclinaba sobre mis pechos, y su lengua hacía estragos con mis pezones, haciéndome estremecer. Sentí que alguien separaba mis piernas aún más. Dos dedos separaban sabiamente los labios de mi vagina, y una lengua jugaba con mi clítoris. Un espasmo me anunció que estaba a punto de experimentar un orgasmo terrible, delicioso. Mis jadeos eran ya grititos contenidos que delataban mi placer. Morboso placer. Otro orgasmo. y otro. ¡Nunca había experimentado algo parecido! Era un sexo diferente, ...
    ... arrebatador, un fuego que no cesaba y se adueñaba de mí. Abrí los ojos y una verga estaba frente a mi cara. Con desesperación la aferré y me la llevé a la boca. Apenas me entraba, ocupándola toda. La mamé con fuerza, respirando hondo. Martín, que no era otro el dueño de semejante aparato, la movía suavemente hacia delante y atrás, gozando de mi trabajo. Damián abandonó mi conchita y se paró junto a su amigo. Tomé su verga y comencé también a chuparla. ¡Cómo me gustaban! De pronto comenzaron a ponerse más rojas, a latir. Las venas se hincharon. Yo sabía lo que significaba, y apunté los miembros hacia mi pecho. Estallaron casi al mismo tiempo, con chorros de semen que se escurrían entre mis tetas, resbalando por mi abdomen. Un maravilloso baño de leche. Sentí que me acariciaban la cabellera y levanté la vista, encontrando sus miradas. Las más felices -Mmmm. - murmuré – Bebés. – Mi mareo se había disipado totalmente. Ahora estaba plenamente consciente de lo que hacía. Y no me arrepentía. Estaba totalmente satisfecha. Me zambullí en la piscina y ellos lo hicieron detrás de mí. Me volvieron a abrazar en el agua. - Divina. - susurraba Martín – Sos divina. - ¡Viste que estaba enamorado de vos! Damián reía por lo bajo. Me besaron por turnos, lo hacían demasiado bien para ser dos inexpertos. La inevitable vitalidad juvenil hizo que en pocos minutos sus vergas estuvieran listas nuevamente para la batalla. Con las manos debajo del agua, las acaricié. Me obsesionaban aquellos dos falos. ...
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