Mi hijo y su amigo
Fecha: 29/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: LESTERUCO, Fuente: SexoSinTabues
... me penetraba. Sus ojos se agrandaron, verdes, enormes por el asombro, y yo sentía las manos de Damián sobre mis tetas. Pronto la verga de Martín ocupaba todo mi vientre, y su vello púbico rozaba mi pubis. Aquella maravilla estaba totalmente dentro de mí. - ¡Ay, bebé, qué grande es! – jadeaba yo, sintiéndome totalmente cogida como nunca lo había estado. - ¿Te gusta, putita? – Damián susurraba en mi oído con voz ronca, aguardentosa. - ¡Sí, chiquito, es maravillosa. ! – sentí llegar el orgasmo - ¡Voy a acabar, me estoy muriendo de placer! – grité, clavando las uñas sobre el pecho de Martín - Ahora te quiero coger yo. - Damián también quería gozarme. Dudé, pero accedí, no quería privarlo de participar en el placer. - Sí, bebé, chiquito, vení. - Me salí de la penetración de Martín y cabalgué sobre mi hijo, que se había recostado al lado de su amigo. Volví a abrir las piernas. La verga de Damián era algo más grande que la otra. Respiré hondo sintiendo como mi vagina se dilataba para recibir aquel fenómeno. - ¡Dámela toda. hasta el fondo! – Le supliqué - ¡Cogeme bien cogida, divino! – me parecía que su pija me llegaba hasta el pecho, tal era su tamaño. Estaba totalmente fuera de mí. Sólo pensaba en aquel falo. Con el movimiento, lo sentía entrar y salir, y cada arremetida era un orgasmo y una nueva inundación de mis jugos empapaba mi sexo. Sentí a Martín empujándome hacia delante, y me incliné, besando la boca de mi hijo, que cerraba los ojos y gemía. De pronto, un dedo jugaba con ...
... mi ano, entrando y saliendo, provocándome estremecimientos de placer. Luego, un segundo dedo agrandó más el orificio. Martín era un diablo. - Me vas a matar. - pensé que con las uñas podía irritar mi ano – Me raspan las uñas. - ensayé una queja. - ¿Querés que te ponga otra cosa. ?- la voz insinuante de Martín hizo estallar más mi morbo, si es que eso era posible. - ¿Me van a coger. - pregunté entre jadeos, imaginando lo que iba a pasar. Me volví más loca aún - . los dos juntos. - mi excitación llegó al colmo. ¡¿Me van a coger los dos juntos?! Martín, sin decir palabra, había colocado la punta de su verga, que aún estaba empapada por mis jugos, en la entrada de mi ano, y lentamente presionaba haciéndola penetrarme. Primero fue dolor. Un delicioso dolor. Él debe haber percibido la crispación de mi cuerpo, porque aflojó la presión. - ¡Por favor, no pares! – Supliqué -¡Por favor, metémela despacito, quiero sentirla entrar! – me obsesionaba con aquello - ¡Quiero tenerlos a los dos dentro mío! Pareció como si mi cuerpo se amoldara a tanto placer, porque el dolor cesó, y la verga de Martín fue entrando con asombrosa facilidad. Casi podía sentir su relieve, cada una de sus venas hinchadas, deslizándose dentro mío, apretadamente. - ¡Que cerradito tenés el culo! – se maravillaba él. Cuando sentí su pelvis rozar mis nalgas, supe que me tenían totalmente ensartada. Como nunca. Mi vientre parecía apunto de estallar, mis esfínteres estirados hasta el límite amenazaban con desgarrarse. Se ...