Mi hijo y su amigo
Fecha: 29/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: LESTERUCO, Fuente: SexoSinTabues
... morbo de dos adolescentes y no lo quería admitir. Me encontraba atrapada en un juego que nunca hubiera imaginado jugar. Luego de dos horas en las que no llegué a ninguna conclusión, decidí dejar el asunto de lado. Era algo que había sucedido y punto. No le daría más importancia. Me di una ducha y me arreglé para la noche. Los muchachos habían terminado de estudiar y estaban en la sala cuando descendí de mi habitación. Martín se iba para su casa. - ¡Cómo estamos! – me dijo a modo de piropo – Sos la más linda. – otra vez aquella sensación de placer al ser admirada. No lo podía evitar. - Y vos el más hermoso. - me acerqué para despedirlo. - Después de Dami. Me tomó por los hombros y me estampó un beso en plena boca, que me sorprendió. Y, debo reconocerlo, me gustó. A duras penas pude recomponer mi imagen para no quedar en evidencia delante de mi hijo, que nos miraba divertido. - Hasta mañana. - dijo Martín, saliendo. Damián me abrazó junto a la puerta cuando lo despedíamos, y recosté mi cabeza sobre su hombro. Era un sol mi hijo. Para variar, Roque llegó de mal humor. La compañía para la que trabajaba había decidido enviarlo a Houston a hacer un curso de entrenamiento para unos nuevos programas de producción petrolera. Debía partir al día siguiente, viernes, en el vuelo de la noche. Volvería sólo para Navidad. - ¡No sé de qué te quejás, papi! – le decía Damián durante la cena - ¡Significa un ascenso, un progreso! – pero Roque no entendía razones. No sé cómo, pero se me ...
... ocurrió pensar que seguramente esa noche querría tener relaciones, y se me hizo un nudo en el estómago. Sinceramente, no estaba de humor. Por suerte, ni se me acercó. A veces pienso que debía tener una amante entonces. Tal era su desinterés sexual. Al día siguiente, Damián se fue para el colegio y yo ayudé a mi marido a preparar las valijas. Por la tarde, fue a buscar los pasajes y otros documentos a la oficina, y llegando la noche lo llevamos al aeropuerto. Lo despedimos con besos y recomendaciones de que se cuidara y volvimos a casa a eso de las nueve de la noche. - Mami. - Damián me quería preguntar algo, y parecía dudar - ¿Qué? – dije, al tiempo que me encaminaba al dormitorio – Estoy cansadísima. - Eeeh. - entró al cuarto detrás de mí, y se sentó en la orilla de la cama. Yo no me había dado cuenta, de modo que me quité los zapatos, la blusa y la falda, quedándome sólo con la ropa interior. – Mami. ese conjunto es muuuy sexy. - sólo allí recordé su presencia, pero ya era tarde. Me quedé como paralizada. Debía buscar una salida. - ¿Te parece? – pregunté con voz neutra – Nooo. tengo otros más jugados. - y procurando cambiar de tema - ¿Qué me querías decir? - ¡Ah! Sí. - dijo - ¿Le puedo decir a Martín que venga a quedarse con nosotros unos días, aprovechando que papi no va a estar? - Bueno. - dije, y me quedé como indecisa, esperando que saliera del cuarto para terminar de desnudarme y ponerme algo cómodo. - ¡Gracias! – se entusiasmó – Le digo que venga mañana. - y cambiando ...