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Dr. Hazlewood, mi supervisor
Fecha: 18/11/2020, Categorías: Gays Autor: GradStudent, Fuente: CuentoRelatos
... en su sillón que da a la puerta mientras yo sigo ahí de pie. Abre sus piernas y me pide que me suba la falda. Lo dudo al inicio y luego lo hago torpemente. “Desnúdate!”, me ordena. Me avergüenza mucho pensar en que me vea totalmente desnuda, me niego. Se levanta y se pone frente a mí y comienza a acariciar mis senos sobre la ropa, mete sus manos por dentro de mi blusa y busca el broche del sostén, desatándolo con facilidad. Alza mis brazos y comienza a quitarme la blusa mientras hunde su cara en mis senos. Sin mi blusa, acaricia mis hombros y mi espalda, mi cuello, huele mis senos, los toma entre sus labios, frota su frente contra ellos. Los mira, “son preciosos”, dice. Y procede a chuparlos, a succionarlos como si de ello dependiera su vida. Mis piernas tiemblan y tengo que asirme de una silla cercana. Mientras golosea mi seno derecho, comienza a desabrochar mi falda que cae inmediatamente, dejándome solo con los tenis. Se agacha sin despegar su nariz sobre mi piel, pasando por mi ombligo, pubis. Se queda ahí, con su nariz en mi pubis mientras me quita los tenis. Ya teniéndome toda desnuda se levanta de nuevo y me recorre toda con sus manos, de pies a cabeza, terminando con sus dedos en mi pelo, electrizándome toda. Quiero sus labios sobre los míos, su verga adentro de mí. Ya. Pero no. Se regresa a su sillón y desabrocha su pantalón. A medida que lo va haciendo su verga parece querer romper la tela, empujándola con fuerza. Baja su cierre y la expone. No la había ...
... visto hasta entonces, es blanca con el glande muy rosado. Está muy dura y firme, llegándole a la altura de su ombligo. La sangre que la recorre acentúa las venas y la pone gruesa. Un líquido transparente comienza a brotar de su glande. Con dos dedos se toca la punta y esparce el líquido por toda la verga, comienza a masturbarse. Me encanta la escena pero decido intervenirla. Me acerco y pongo mi pie izquierdo sobre su reposa manos derecho, mientras mi pie derecho lo ubico sobre el espaldar del sillón, posicionando estratégicamente mi vulva frente a su boca. Mi clítoris se deja ver hinchado, a milímetros de sus labios. Me huele y se toca más despacio, me huele y con su mano izquierda coge mi nalga y me acerca a su boca, me chupa, me come como un desquiciado. Su lengua en mi clítoris y mi vulva y uno de sus dedos en mi culo. Quiero agacharme para coger su verga, pero no me deja y me sigue devorando. Lo tomo del pelo y lo obligo a hundirse más, hasta que su lengua alcanza mi culo también. Su saliva y mis fluidos caen sobre su camisa, intento separarme para sentarme sobre su verga pero me toma de la cintura y me levanta mientras él se levanta del sillón también. El de pie y yo cruzo mis piernas sobre su cintura, sintiendo la punta de su pene presionando una de mis nalgas. Me mira a los ojos, me aprieta las nalgas. Asiento con mi cabeza y de inmediato se tumba otra vez sobre el sillón mientras yo me apresuro a alinear su verga con mi vulva, me sienta sobre ella justo a tiempo y ...