Desafío de galaxias (Capítulo 1)
Fecha: 18/10/2017,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... de guerra de Ramírez, con los emblemas de la Princesa. Me gustaría trabajar en los archivos del monasterio para…
—Vas a hacer más que eso hijita, —la priora acarició la mejilla de Anahis—. Vas a tener acceso a todo, pero hay algo que es prioritario. Necesitamos respuestas urgentemente y en estas horas que han trascurrido, me he dado cuenta de que estamos un poco… “oxidadas” en el trabajo de investigación. Hemos perdido habilidad en el manejo de textos antiguos.
—Para mí será un honor ayudar en todo lo que pueda, reverenda madre.
—Entonces acompáñame, —una novicia se hizo cargo de su bolsa de viaje y desapareció por una puerta mientras ella, con Surgúl en las manos, seguía a la priora. Bajaron varios niveles y enfilaron el largo y tenebroso pasillo que conducía a la Cámara de las Reliquias. En un extremo de la estancia, sobre un pedestal de piedra, Eskaldár refulgía con un fulgor azulado. A su lado, había preparado otro de las mismas características. Anahis se aproximó y desembalando la espada, que relucía como Eskaldár, la colocó sobre el.
—¡Qué distintas son, no se parecen en nada! —exclamó admirada.
—Como es lógico querida niña, —la priora había recuperado su afable sonrisa— ten en cuenta que Surgúl era la espada del conde Nirlon, que según cuentan las crónicas era un hombre extremadamente sobrio, cómo la Princesa. En cambio, Eskaldár fue forjada por un padre para su amada hija, por eso está mucho más decorada, —la priora se dirigió hacia una labrada urna ...
... plateada que ocupaba un rincón de la estancia. Levantó la tapa, de su interior extrajo un paquete envuelto en una gruesa tela de terciopelo rojo, sujeto por un cordón amarillo.
Las dos subieron con el paquete a los niveles superiores y entraron en una amplia estancia, con las paredes forradas de estanterías ocupadas por miles de libros. En un extremo, sobre una gran mesa de madera maciza, un terminal de datos de aspecto obsoleto, parecía desafiar el paso del tiempo.
—Trabajaras aquí, en la biblioteca, y por esa puerta se accede al archivo, —dijo señalando una puerta, y depositando el paquete sobre la mesa, añadió mientras desanudaba el cordón, —. Esto, jamás saldrá de está habitación, una hermana siempre estará presente y te ayudara en lo que necesites. Cuando termines con él, la hermana lo guardara bajo llave.
Terminó de desanudar el cordón, y desembaló el paquete retirando la tela roja hacia los lados. Ante ellas apareció otra tela de seda de color negro que la priora retiró también hacia los lados. Finalmente, ante ellas, apareció el Manuscrito Sagrado, la crónica de los hechos que acontecieron con la llegada de los ancestros a través de un portal interdimensional. Escrito a mano con tinta vegetal sobre pergamino, estaba encuadernado con unas tapas ricamente cinceladas en plata con incrustaciones de brillantes piedras nobles.
—Anahis, estoy convencida de que las respuestas están principalmente aquí, —dijo la priora poniendo su mano sobre el libro— es prioritario, ...