50.2 Lista de amigos
Fecha: 07/01/2021,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Al principio bailé solo después de pedir a un barman una tónica con gin y limón, mi bebida preferida. Se acercaron algunos bailarines, clientes de la sala intentando seducirme, los muchachos debían de tener mucho trabajo y no veía caras conocidas. Más que bailar querían tocar carne y no me interesaba de momento.
Al fin pude notar unas manos reconocidas que por detrás sujetaban mis caderas como debía ser, con dominio y fuerza llevándome con ellas, eché mi cabeza para atrás. Los labios de Paul mordieron mi oreja.
-¿Ya ha vuelto el viajero?, te extrañaba, no sé con quién voy a bailar cuando te marches, no encuentro a alguien que sepa interpretar lo que mis manos y cuerpo piden.
Resultaba extraño que Paul supiera ya lo de mi partida, y que me lo descubriera tan fácilmente, cuando los organizadores intentaban ocultarlo.
-Paul, ¿cómo sabes que me marcho? - tuve que acercarme a su oído para que me escuchara y pareció sorprendido.
-Lo conocen todos y se comenta entre los chicos.
Me regaló una hora de placer y luego volvió a su trabajo, le observaba mientras iba hacia la barra, un hombre de delicadas maneras le esperaba consumiendo su bebida, mirándole mientras se le acercaba, se besaron y el hombre llevó inmediatamente su mano a la entrepierna de Paul que ya iba preparado por el baile y excitado por el roce con mi cuerpo, sujetó su mano forzando el contacto y rieron los dos, luego los vi desaparecer camino de las salas, lugar donde el semental daría a su cliente lo ...
... que venía a buscar.
El cansancio del baile y la noche anterior tan ajetreada hicieron que cayera en un profundo, tranquilo y reparador sueño, sin pensar en nada ni en nadie.
-----------------------------------
Lo cierto es que ahora, salvo que me hagan alguna consulta y acudir a las reuniones, tengo poco más que hacer. Tomar té en la sala del laboratorio, atender las peticiones de información sobre la chica, mi compañera, que vendrá en junio y comienzo a sentir cierto aburrimiento.
El lunes cuando hablé con André sobre mi viaje y estancia en Londres, no me dijo nada de Jean y creí que no debía preguntar. Después de una reunión, a media mañana, me dice que ha recibido una llamada de Vivianne su mujer, le comunica que han recibido un paquete de Cranfield a nombre de Jean y que lo envía Gonzalo.
Le tengo que explicar cómo le había prometido a su hijo la réplica de una miniatura de avión que estaban desarrollando en la universidad y que se trataba de eso, creo que no se lo he explicado muy bien por la cara que pone.
-No debía darle tantos caprichos, va a terminar cansado con las preguntas que le esperan, no conoce cómo es Jean de curioso.
-A Gonzalo le cae Jean muy bien y estará encantado de atenderle, no tienes que preocuparte y cuando le canse le sabrá decir que no. –André emite un murmullo de duda.
-El fin de semana estuvo en casa ese chico que le presentaste a Jean. –se interrumpe para beber de su taza.
-No sé cómo resultará al final, se llevan bien ...