50.2 Lista de amigos
Fecha: 07/01/2021,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... su cuerpo a mi lado sin tocarme. Nos miramos y me sonríe amistoso.
Calculo que habrán transcurrido más de treinta minutos desde que Gonzalo me ha dejado, ahora bailamos abrazados para descansar un momento. Paul besaba mi cuello.
-Te marchas. ¿Tan mal te hemos tratado en Francia? -abrazo su cuello para que hunda su cara en mi hombro.
-No digas eso, no es verdad, me gusta vuestro país y Lille más. –me río recordando la animadversión que sentía hacia él en un principio.
-Te odié cuando vi el trato que tenías con los chicos y sobre todo con Telmo. –mi voz debía de dejarle sordo por lo elevado del tono al que me obligaba el ruido.
-¿Y ahora?, ¿ya no me odias? -sus manos oprimen mis nalgas apretándome contra él.
-En estos momentos te voy a volver a odiar si no aflojas tus manos; en serio, te quiero como pareja de baile. –afloja su presión que sustituye por caricias que resulta peor.
-Podíamos haberlo pasado muy bien los dos, sin compromisos ni problemas, alguna noche de cama y te habría gustado.
-Imagino que hubiera sido así, pero soy el abogado de las causas perdidas, y te vi tan prepotente que te aborrecía, y lo siento, pero soy así.
-Quizá algún día pueda darme el gusto de tenerte, no perderé las esperanzas. –se volvía tierno y no dejaba de besarme el cuello, la oreja hasta que llegó a la boca. No podía ...
... rechazar el cariño que me daba y se lo entregué yo también.
-No tengo duda de que eres un buen amante, tus clientes lo confirman al pedir tus servicios tantas veces. –continúa dirigiendo mi cuerpo en un sensual movimiento donde nuestras pelvis se rozan continuamente
Cuando me deja vuelvo a estar solo, algún chico que no tiene trabajo me acompaña a ratos junto con otros clientes que me conocen.
-Hoy no tienes a tu pareja de baile. –Gonzalo me abraza por detrás siguiendo mi movimiento, vuelvo mi cabeza para recibir su beso. Me siento ligero en sus brazos y en esa posición estamos unos minutos moviendo nuestros cuerpos con su entrepierna muy pegada a mi culo.
-Lo he tenido por poco tiempo, su trabajo es más importante que yo.
-No hay nada más importante que tú amor mío. –me vuelvo para abrazarle la cintura y bailar muy agarrados mientras me besa en la cara, y después apoya la barbilla en mi pelo.
El tiempo va transcurriendo y tengo ganas de marchar, pero es él el que lo propone.
-¿Volvemos al hotel?, mañana querrás correr y seguramente hacer algo más.
Cogemos un taxi para ahorrar tiempo y volvemos a su habitación. Durante el trayecto el cansancio se ha marchado y estoy o me siento fresco y con ganas de jugar.
En el ascensor comienzo a provocarle apoyando mis nalgas en su entrepierna y moviéndolas como en el baile.