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Diario de un Prisionero VI: no todo es color de rosa...
Fecha: 30/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... de que a veces necesitamos expresar nuestros sentimientos por escrito y visto que ahora mismo necesito poner mis ideas en orden, le hice caso. Te estarás preguntando cómo estoy, pues te lo digo en una frase: triste pero bien. Quiero decir que estoy triste por lo sucedido con Julio, como novio era muy bueno, pero rompimos con toda la madurez que nos permitió nuestra edad y ahora he descubierto que como amigo es mejor, la verdad, es que, aunque murió el amor, la amistad perdura y eso vale mucho, dice la gran persona que es él, porque pese a todo lo que pasó, sigue ahí, como un amigo fiel. Pero no es eso lo que me confunde, al final de los Juegos, Andrés ganó la medalla de oro (es lógico, es el mejor) y Jesús la de plata. Jesús era un chico más del equipo, el profe Tavo le ve mucho futuro, pero nadie le hacía mucho caso porque nunca ha ganado nada, pero ahora se lució, Andrés le ganó como por el cordón de las tenis, fue muy justo y la verdad nos alegramos mucho por él, los 400 metros planos no son tan fáciles como muchos creen y la verdad se lucieron los dos, pero lo que más me sorprendió es que yo estaba en la gradería viendo la carrera y mis ojos no se despegaron de Jesús, era como si tuviera un imán que no me permitía ver nada más que a él. Me sorprendió también que cuando le pusieron la medalla se giró hacia donde yo estaba (era el único del equipo que podía ir a verlo y nadie, ni siquiera él, sabía que iría, fui por no aburrirme) y me dedicó una gran sonrisa mientras ...
... acariciaba la medalla. Mayor fue mi sorpresa cuando estábamos en el hotel festejando y Jesús se acercó y me dijo “esta medalla te la dedico, es lo mejor que he obtenido en mi vida, así que te la mereces”, me derretí, pero no podía hacer nada en ese momento salvo dedicarle mi mejor sonrisa, me dio la impresión que él entendió, porque se fue radiante a donde estaba el profe llamándolo. Ya por la noche, tocó la puerta de mi habitación (tuvimos la suerte de que nos tocara un hotel pequeño, tan pequeño que todas las habitaciones eran para uno, aunque todo de muy buena calidad) y le dejé entrar, una vez dentro me dijo que qué pensaba de lo que me había dicho; mi respuesta fue sencilla y franca, le dije que también me gustaba, pero que acababa de terminar con mi ex, que por favor fuéramos despacio, pero que, aunque todavía la herida no hubiera cerrado del todo, estaba dispuesto a intentarlo con él. Jesús de inmediato comprendió y se acercó a mí, pensé que me besaría, pero sólo me abrazó y me dijo al oído “gracias, eres el mejor, yo también te amo”, me dio un beso en la mejilla y se fue. Pero no podía consentirlo, no podía dejarme así, derretido y sin un beso siquiera, así que fui a buscarlo a su habitación y cuando me abrió la puerta puse mis manos en su pecho (sólo usaba bóxer para dormir, así que pude disfrutar de sus pectorales a gusto) y lo empujé levemente hacia dentro, cerré la puerta y cuando me miró con curiosidad por lo que hacía le dije “eso no se hace” y antes de que ...