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Diario de un Prisionero VI: no todo es color de rosa...
Fecha: 30/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... preguntara nada lo abracé y uní mis labios a los suyos, dejé que mi lengua acariciara la suya y nos dijéramos lo que había en nuestros corazones, cuando nos separamos le dije “así se sella un noviazgo”, salí de su cuarto y me fui. Eso fue ayer y hoy yo competía en la carrera de relevos de 800 metros (era la última competición) y él vino a verme; ganamos el oro y cuando estábamos esperando el bus que nos llevaría del hotel al aeropuerto me acerqué a él y le dije “creo que ya sabes para quién gané esta medalla”, él hizo lo mismo que yo el día anterior: sonrió, me guiñó un ojo y me dijo en un susurro “te amo”, en eso llegó el bus y nos sentamos juntos, no dijimos nada, sólo estuvimos uno junto al otro, disfrutando de poder estar así, lo mismo en el vuelo, juntitos, aunque me tomé la libertad de recostar mi cabeza en su pecho y dormir desde el despegue hasta el aterrizaje, cuando me despertó con un beso en la frente, vaya que me ha enamorado Jesús, pero sé que es pronto, así que dejaré pasar un poco más de tiempo para presentarlo oficialmente. Creo que ya aclaré todo: amo a Jesús y listo. Enamorado, Sergio P.S.: cuando Sergio me mostró esta página decidí incluirla en nuestro diario, así que se lo dije y juró vengarse. Andrés. A San José, 13 de octubre Mi celosito Andrés, Hoy era el regreso, vi todo en las noticias, la medalla de oro que ganaste, la de Sergio y las demás del equipo (no me sé muy bien los nombres, aunque Quique me decía quién era quien, él ...
... no pudo ir por el trabajo, así que comparábamos impresiones), pensé en no ir a recogerte, que Alberto fuera sólo por Sergio y te dejara esperando, sería una venganza un poco fuerte, pero no, al final decidí que te amo y que no podía hacerte eso, necesito besarte, así que me puse bien guapo y fui con Alberto a buscarte. Llegamos al aeropuerto y por suerte no se atrasó el vuelo ni nada, así que rápido salió todo el equipo, me pareció ver que Sergio le guiñaba un ojo a uno de ellos mientras se despedía de todos con un gesto. Tú te despediste igual, pero sin guiño, subimos todo al auto en silencio y nos subimos al carro y nos fuimos rumbo a casa. Hicimos que Sergio se sentara entre los dos y el pobre no entendía nada, nos veía a los dos con cara de póker y a Alberto mirarnos preocupado, así que él, que me conoce bien, le pidió a Alberto parar en donde pudiera y pusiera las luces de emergencia y cerrara las puertas de modo que sólo él pudiera abrir y una vez que lo hizo, entonces nos preguntó qué pasaba y tú le dijiste que eras un tonto por ponerte celoso de Quique y que habíamos terminado peleando, Sergio me dijo que qué pensaba y no le contesté, sino que te pregunté directamente que si te arrepentías y me dijiste que sí y que nunca más dudarías de mí. Entonces le dije a Alberto: “arranca y vete lo más rápido que puedas a casa, que Andrés y yo tenemos algo qué hacer”. Alberto obedeció y pronto estuvimos en casa, bajamos las cosas entre besos y palabras de amor y cuando íbamos a ...