Un romance extraño (2)
Fecha: 07/03/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... puro goce, de pura, excelsa dicha y felicidad, no puede evitar esparcir gozo y dulzuras en todo su derredor, con lo que el bueno de “Don Errores Magnos” se marchó para Madrid con mil hermosísimos duritos, cinco mil excelsas pesetillas, en el bolso, y, lógico, más contento que chupillas. Lo que las crónicas del evento no aclaran es lo que, finalmente, pasó con el sufrido taxista que desde Madrid llevó a “Don Embustes” a Barcelona; vamos, si llegó a percibir sus tres mil del ala, porque no sé qué se dice de que “er probete” aún está esperando que el susodicho regrese del servicio del bar donde se metió a satisfacer una urgencia la mar de urgente, asegurando al taxista que en seguida volvía… Cosas “veredes”, esto es, verdaderas, que en esta vida pasan, cual decía Paco Gandía, un cómico, televisivo mayormente, de aquellos años, más o menos.
Y poco más falta por añadir a esta historia, verídica, cual la vida misma, “fartabe” más en autor tan serio y responsable cual es el “menda lerenda” que viste y calza, y es que casi locos de alegría, el Celestino y su ya “media naranja”, Raquel, a todos los efectos, y muy especialmente, al del feliz “al fin solos”, que disfrutaron poquísimos minutos después, en la suite nupcial del hotel al que, en menos que se santigua un cura loco, se acogieron para tan festivo evento; un “Al fin solos” que no sólo se extendió durante todo el día y casi toda la noche de tan especial fecha, sino que continuó, con inusitado ardor, increíble pasión ...
... mutua, al menos, durante otros dos o tres días más, con sus casi noches.
Y, si quisiéramos rizar el rizo del relato, diríamos que Celestino y Raquel fueron, tal vez, la pareja hombre-mujer más feliz del universo, pues ni ella pudo hacer más feliz a su amado marido de lo que le hizo, pero es que tampoco el marido se quedó tan atrás en hacer la mar de dichosa a su “costilla” … Y, ya sólo resta decir eso tan bonito de “Y colorín colorado, esta historia se ha acabado”, pues sobra, por bien destacado en la historia, lo de “Se casaron, fueron felices etc. etc. etc.
FIN DEL RELATO
NOTAS AL TEXTO
1. Por aquella época del “Ancien Régime”, el Matrimonio Civil se limitaba a eso, a firmar los contrayentes, padrinos y demás, en el libro del Registro Civil, del juzgado de Primera Instancia que, a la iglesia, por su domicilio, correspondiera. Es decir, que, de hecho, no tenía lugar, limitándose el Juzgado a dar fe del matrimonio religioso, con lo que el mismo quedaba legalizado ante el estado, como si se hubiera celebrado ante el juez. Es más; era el juzgado el que se personaba en la iglesia, en la sacristía, exactamente, y no presidido por el juez, sino sólo por el secretario judicial con el oficial de Justicia del juzgado, siendo el secretario quien firmaba, dando fe, en nombre del juez.
2. “Trajelarse”; amigas, amigos, una vez más, con el “caló”, la casi vernácula lengua de los gitanos, o “calés”, españoles, hemos topado, pues este vocablo es un tiempo del verbo “calé” o del ...