Un romance extraño (2)
Fecha: 07/03/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... “Celes” tuviera que abrirse las venas para poder recuperar su honor de hombre honrado, que “Honor”, viene de “Honra”, y de “Honra”, “Honrado”, luego, “Hombre de Honor”=”hombre Honrado”, y a todo ruedo, además. Algo que, antaño, más bien abundaba, pero hogaño… Pues eso…
En fin, que, prosiguiendo con esta verídica historia, fartabe más, el “Celes”, haciendo de tripas corazón, se subió al tren, con lo de “Y que sea lo que Dios quiera” en la mente y listo, dispuesto, al sacrificio y a vencer la tentación, se pusiera “il figlio di la grande puttana” “der jodío” Satanás como se pusiera. Y el tren arrancó, saliendo, poco a poco, de la estación. El viaje, pues fue un tanto movidito; para empezar, la “tiita” Lola, amén de encomendar a su “sobrina” al buenazo del “Celes”, le había rogado también que la quitara la ropa que llevaba, ese traje de chaqueta, pues seguramente que le daría calor a la “sobrinita”, y no me veáis los “calores” que pasó er “probete” der Celes para llevar a cabo tal encargo; él no quería mirar lo que, poco a poco, iba descubriendo, diciéndose para sus adentros: “Tranqui, Celes; tranquilo; tómate una tilita, y piensa en tu amigo, en el Paco, pobrecillo… Que es su mujer, Celes; su mujer; la mujer de tu… ¡¡¡PASTELERO AMIGO, SÍ SEÑOR!!!... ¡¡¡QUE ESTO SÍ QUE NO SE LE HACE A UN AMIGO; PONERLE CON LO DIENTES ASÍ DE LARGOS, CACHINDIELA, PARDIEZ!!!
Pero más bien, más mal, la cosa es que fue superando las múltiples tentaciones en que el malvado Satán se ...
... emperejilaba en hacerle caer, mire usted por Dios y los caprichitos que le entraban al honorable señor Satanás, si no podría entretenerse poniendo al rojo mayor a otro pecador, que con el Celes, es que ya se pasaba…se cebaba, vamos. Por fin, dejaron atrás, muy, muy atrás Zaragoza, internándose ya el tren en la tierra catalana de Lérida cuando Raquel empezó a salir del estado comatoso en que cayera, sin, en añadidura, acordarse de nada, o casi nada, ni siquiera de la boda, banquete y la “trompa” de champán tan monumental que enganchó, y, menos aún, de las razones que la indujeron a ello, pues, de momento, sólo atendía a la enorme sed que la mortificaba y el horripilante dolor de cabeza que la torturaba. Se puso de agua que de pocas acaba las existencias disponibles en el coche-cama de Wagons-Lits, que el mozo encargado de atender a tales pasajeros estaba ya hasta la coronilla de acarrear botellitas de agua a esos dos departamentos, y con media farmacia de aspirinas y demás analgésicos al uso por entonces, resultados todos ellos de la enorme resaca que sucedió al “colocón” alcohólico. Ya un tanto más normalita, volvió a caer en el sueño, pero éste ya reparador, y así hasta que casi llegaban a Barcelona, cuando ella, al fin, se levantó un tanto atemperada ya. Entonces, Celestino dijo que quería descansar lo que le quedaba de viaje, ya que, atendiéndola en su borrachera, apenas pegara ojo en la noche, con lo que atrancó la puerta de paso a cal y canto y así llegaron, al fin, a ...