Los Pastrana y los Salvatierra
Fecha: 13/03/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos
... señor β dijo don Luis al mismo tiempo que el ayudante le abría las nalgas en la misma operación que el notario.
β ¿Hace mucho tiempo que la tienes?
β Dos años más o menos.
β ¿La habrás estrenado, casi, por su edadβ¦? β al mismo tiempo que se levantaba y sospesaba sus pechos.
β De culo si, en vaginal vino con algo de rodaje, era una joven mal follada. Sin haberla desvirgado vaginalmente, se diría que en pontificado en todos los terrenos. Por cierto, veo que les gusta cotejar el material que van a usar.
β No es muy guapa, pero es prieta y nervuda β dijo el notario al mismo tiempo que tiraba de los pezones β. En fin, hubiera sido interesante hacerle el completo de coño-culo, pero se usará lo que sea factible.
En tono didáctico y aleccionador, con un tono engolado don Luis dijo:
β Señores, a día de hoy se hace tanto anal como vaginal, se encula mucho, los tiempos han cambiado, incluso se come mucho culo.
β Siempre has sido un buen tumba hembras, que suerte tienes β dijo el notario.
β Sin ir más lejos la semana pasada estaba en un viaje de negocios, las dos hembras que gocé les practiqué el anal, una no pasaría de los treinta y la otra una reputada cuarentona. Las dos al practicar el 69 pude observar como sus cavidades anales eran alisadas, grandes y palpitantes. La más joven me dijo que a día de hoy se le pedía mucho culo.
β Eres un gran Salvatierra, pero dejémonos de cháchara y dime dónde puedo trajinármela.
β En el cuarto de invitados, ella ...
... misma te llevará. Por cierto, tu gustas también β pregunto mirando al cuñado.
β Si, pero por orden de autoridad él la usa primero, solemos hacerlo uno tras otro, no tenemos edades de tríos β respondió el cuñado.
Adela en tono disciplinante empezó a caminar hacía el cuarto de invitados, el señor notario le pasó una mano sobre sus hombros y en tono cariñoso le dijo:
β Vamos, te haré el orto, por cierto ¿tragas o escupes?
Entraron en la habitación, el notario le dijo que se quitara el delantal, ante él quedo Adela desnuda, de su sexo salía el cordón del tampón. El notario la hizo ponerse a cuatro patas y que se abriera las nalgas con sus dos manos mientras él se desnudaba. Sin ropa, con su gran panza y su pene abultado como una bala de cañón le dio la primera embestida, sin engrase que pudiera servir para deslizar la verga a través del conducto anal, no logrando pasar de la introducción del glande en la cavidad. En un ataque de rabia empujo las nalgas y las abrió de par en par quedando un viable ojete, el problema era que necesitaba lubricación; escupió de forma generosa e introdujo de una tacada dos dedos. Adela se sentía incomoda, no se relajaba, su zona anal se contraía algo. Vuelta a empezar intentando la penetración, esta vez su verga quedo en medio tronco clavada y con furia la saco y la volvió a clavar. Adela emitió un grito agudo, como de un animal herido.
β ¡Deténgase! ¡Duele!
β ¡¡Calla la puta boca!! β al mismo tiempo que de forma sonora sacaba su pene y ...