1. La academia


    Fecha: 20/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... el sitio, música de todo tipo y para todas las edades, sin excesiva gente y fundamentalmente parejas de entre veinte y cuarenta años.
    
    ¿Vienes a menudo por aquí?, Dita.
    
    De vez en cuando, si salgo con una amiga y con su novio, aunque me voy pronto porque mi padre es un agonías y tengo que estar en casa a la hora de la cena.A veces vengo con un amigo, bailamos un poco, nos besamos y poco más.
    
    Charla insustancial, simpática, tontorrona, y la joven deja claro lo que quiere cuando me besa apasionadamente metiendo su lengua hasta la garganta y se abraza como un pulpo durante muchos segundos. Después se separa y pasa su mano derecha por mi paquete, apretando y valorando lo que toca (¿te gusto?, no se si se te ha puesto dura o es que no tienes ganas).
    
    No he dado aún respuesta cuando de nuevo me besa profundamente, sin dejar de acariciarme en la entrepierna.
    
    Acabamos las copas y aparcamos con tu coche aquí cerca; van muchas parejas y se está tranquilo.
    
    Junto a la valla de un polideportivo hay una gran zona de aparcamiento con muchos densos árboles, de manera que apenas hay luz y se ven como una docena de coches con parejas dentro y algún que otro mirón escondido entre las sombras. Aparco separado de otros coches y Dita se lanza a por mi boca en cuanto apago el contacto sin dejar de tocar el bulto de mi entrepierna (me parece que sí te gusto; vámonos al asiento trasero; ¿tienes una toalla?, deberías ponerla, yo me mojo mucho).
    
    Dita es cosa seria, con aspecto de ...
    ... fiera cuando se suelta la trenza. Le ha pegado un repaso cojonudo con su lengua y la boca entera a la polla durante varios minutos, de manera que no me he corrido porque he conseguido separarla y así calmarme un poco. Desnuda está buena, con sus grandes tetas blancas de pequeñas areolas rosadas y pezones redondos chiquitos y se comporta como una experta, llevando la iniciativa y buscando el placer de su pareja, de manera que ni me extraño cuando dice:no me la metas en el coño porque todavía no lo he hecho con nadie, quiero esperar, métela detrás si quieres o te hago una mamada, lo que más te guste.
    
    La coloco arrodillada y doblada por la cintura encima del asiento del coche, de manera que tengo acceso fácil a su culo blanco, grande y prieto. Está muy mojada (los tíos me dicen que soy como un río) y con su mano extiende los líquidos que empapan su coño y muslos hasta el amarronado agujero del culo, metiéndose un par de dedos sin problema alguno y poniéndome a mí aún más cachondo al ver como lo hace. No espero más, guiándome con la mano derecha pongo el capullo pegado al ano y empiezo a empujar de manera constante hasta que penetro sin dificultad ese acogedor culo, que me recibe sin oponer ningún problema y apretando con fuerza el tronco de mi polla. Es una maravilla (¿te gusta?; la noto muy dentro, como mola que sea larga y gruesa) y cuando Dita empieza a moverse lentamente atrás y adelante decido que quiero correrme pronto, así que le hago humillar su cabeza contra el asiento ...
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