La academia
Fecha: 20/03/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... para que levante un poco más el culo (me excita poner una mano sobre la cabeza para que las mujeres mantengan la cabeza baja cuando están a cuatro patas) y comienzo a sacar y meter la polla sin prisa, aunque cada vez más rápido (así; sigue, sigue) hasta que le estoy pegando una follada tremenda, sujetando su cabeza con la mano izquierda y tocándole el clítoris de su empapado coño (tiene muy poco vello, muy rubio, y lleva toda la razón al decir que se moja como una fuente) con la derecha, de manera que la joven lo recibe con grititos y exclamaciones que se unen a mi fuerte respiración. La rápida corrida de Dita me sorprende un poco porque estoy muy concentrado en mi follada, pero durante muchos segundos emite sonidos cada vez más bajos repitiendo varias veces claramente:ay, mamá, que puta soy.
He seguido sin parar con mi fuerte metisaca y mi orgasmo tarda ya muy poco. Me encanta descargar mi lechada dentro del culo y sacar de golpe la polla de manera que parte del semen quede en la entrada del agujero, que ahora mismo está grande y muy abierto. Ha sido una corrida cojonuda, y menos mal que he sido previsor y puse un par de toallas en el asiento posterior del coche porque esta chica se corre soltando líquido como si estuviera orinando, una barbaridad; ¿será algún tipo especial de eyaculación femenina?
¿Te la chupo un rato?, seguro que te la pongo dura otra vez sin problemas.Esta joven es un portento, no hay que dejarla de lado, desde luego que no, aunque por hoy ya me ...
... vale. La llevo a casa de su abuela, un beso en los labios yte ha gustado, ¿a que sí?; ¿soy buena putita para ti?; quedaremos más veces, me mola tu polla.
La directora de la academia es Gisela, una mujer cercana a los cuarenta y cinco años con la que apenas he tenido ningún trato. Siempre educada y amable, desprende sensación de autoridad a pesar de su aspecto bastante juvenil. El lunes me llama a su despacho poco antes de acabar la jornada y tras hablar de aspectos relacionados con un nuevo curso que empezará en breve y en donde daré clases de programación estructurada, nos damos cuenta de que hemos pasado bastante rato de conversación (espero no haberte retrasado o haber impedido algo, ya sé que te llevas muy bien con Anita, somos amigas y hablamos de vez en cuando). No digo nada, aunque es cierto que hoy apenas he podido hablar con Ana salvo un rápido saludo y a modo de compensación por su parte se empeña en invitarme a tomar una copa en un pub distinto al que habitualmente vamos la gente de la academia. Por supuesto, acepto. Charla amistosa, risas y un rato muy agradable que tras un par degintonics toma otro cariz cuando de la manera más natural nos besamos varias veces, cada vez con mucho más deseo, con más ganas de continuar.
Vaya, es la primera vez que beso a mi jefe, y me gusta.Después de la broma y tras unas sonrisas cómplices, Gisela me besa con ganas, con ansiedad y dice después:¿vamos a mi casa? Imposible decir no.
Hemos tardado poco en su coche y nada más ...