Una esclava inesperada - Reencuentro fugaz III
Fecha: 08/04/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... vida aquí y yo tengo una vida allá – me interrumpió – No hagas esto más difícil de lo que ya es. Termina ya de partirme el orto y déjame ir.
—Te amo…
—Por eso mismo, déjame ir.
Sin más, comencé a acelerar el ritmo hasta que casi terminaba. La bajé y la hice arrodillarse mientras me masturbaba de manera frenética. A los pocos minutos terminé en su cara de manera escueta, pero ella agradeció el gesto. Le ordené que no se moviera e instantes después comencé a orinar en todo su cuerpo. Gustosa, sonreía mientras la bañaba mi líquido amarillo.
Con un millar de sentimientos encontrados (unos por Ga y otros por Elena), me subí los pantalones, pero me saqué los boxers antes…
—Toma – le dije a Ga tendiéndole mis calzones. – Algo para que me recuerdes. Te vas, pero quiero que te lleves algo de mí, contigo… además de mi corazón.
Ella sonrió de oreja a oreja y, si no hubiera estado tan oscuro, juraría que lloro en silencio durante unos breves instantes. Correspondiendo el gesto, ella se sacó su tanga color café oscuro y me la entregó.
—Para tu drama, maldito infiel. Eres igual a todos los hombres, pero te amo – me espetó sonriendo mientras me entregaba su íntima prenda – Pero yo también te dejo mi tanga. Cuando te masturbes, úsala para que te acuerdes de mí.
—No lo dudes – le respondí ofendido
—Vamos, que se hace tarde… - me urgió mientras caminaba hacia la salida del ...
... estacionamiento.
Para ser honesto, esperaba que nuestra despedida fuese emotiva, llena de besos, lágrimas y palabras de amor, pero no fue así. Para mi tristeza, cuando se despidió, sólo me dio fugaz ósculo, me dijo adiós y se bajó de la camioneta. Esa fue la última vez que la vi.
Quizá fuese mejor así. Debo confesar que aún me duele su frialdad ante el asunto. Aún conservo su tanga y si soy honesto, de vez en cuando la utilizo cuando me masturbo, aunque estos últimos años la he dejado olvidada.
Mi noche no acabó ahí. Regresé a la “romita” para hablar con Elena, la cual estaba hecha una furia. Hablamos y después de arduos días de pelear, regresamos. La historia con ella, es una historia aparte que estoy intentando relatar… espero la puedan leer…
Sinceramente me hubiera gustado terminar el relato con más fuerza, pero las cosas sucedieron así. Aquella despedida me produjo un sinsabor muy grande, unido con un dejo de amargura que los años han sabido quitar. A Ga la busqué a lo largo de varios años y, desde hace poco más de 2, dejé de hacerlo. Me hubiera gustado que leyera nuestra historia desde mi punto de vista y recordásemos juntos, nuestras buenas épocas de juventud.
Muchas gracias, queridos lectores, por seguir leyéndome. Es un honor saber que alguien, sea quien sea, se toma el tiempo y la molestia. Seguiremos aquí, escribiendo y espero que ustedes, también, sigan por aquí...