Una esclava inesperada - Reencuentro fugaz II
Fecha: 15/04/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... a resolver las cosas con ella, porque ella vale la pena. Si, pienso regresar con ella y espero ver qué puedo hacer, aunque sea por teléfono. ¿Por qué? Por la simple y sencilla razón de que tú te vas a ir en unos días y me vas a dejar con todo este mar de sentimientos y la más profunda tristeza de saberte de otro – le dije enojado y al notar que comenzaba a llorar añadí – Perdóname si te lastimo, pero no tienes idea de cuánto te amo… si por mi fuera, te secuestro y no te dejaría ir jamás, pero no puedo. Así que disculpa si me quiero aferrar a algo… y ese algo es “A.C.”
Sonó el teléfono y nuevamente era “A.C.”. Gabriela se levantó y se dirigió al baño. Yo, enojado, confuso y, ahora, triste, contesté.
Hablé cerca de diez minutos con ella y al parecer, los dos estábamos arrepentidos y saldríamos en unos días para ver si podíamos arreglar las cosas. Aquello me levantó el ánimo un poco. Dejé el teléfono sobre el buró y me dirigí al baño donde se escuchaba un llanto apagado y melancólico.
Encontré a Ga, sentada bajo la regadera. El vapor inundaba el recinto. Me senté junto a ella, la abracé y dejé que llorara. Pasados unos instantes, comencé a llorar también, presa de todos los sentimientos que cargaba dentro de mí. Y lloramos. Lloramos como por diez minutos.
—Es que no puedo sacarte de mi mente Pablo – me dijo entre sollozos y con su cabeza hundida en mi pecho – Nadie me ha amado como tú. Nadie me comprendió como tú. Nadie me maltrata con tanto amor…
—Hay ...
... Ga…
—Pero tienes razón. Hay que vivir el ahora y disfrutarlo al máximo – se incorporó y me miró a los ojos en una sonrisa de tristeza contenida
—Te amo y siempre te amaré Gabriela. Yo amaría a tu hija como si fuera mía. Créeme que si tuviera el dinero y no hubiera tanta bronca con tus…
—Shhhhh – me dijo y me besó – vamos a disfrutar que aún nos queda bastante tiempo por delante – y acarició mi flácido miembro con ternura
—Perdóname…
—¿Por qué? Si tú no has hecho nada. Al contrario. Perdóname tú a mí. Tienes toda la razón en lo que dijiste… - se incorporó y me tendió la mano para ayudarme a hacer lo propio – Espero que hayas arreglado las cosas con ella.
—Eso no importa. Lo que me importa es que estoy contigo. Estoy contigo ahorita. Tengo desnuda y a mi disposición a la mujer más bella que existe sobre el planeta. Eso es lo que importa en este momento.
—Te amo – me dijo sonriendo
—También te amo
Y nos fundimos en un tierno, dulce y cachondo beso. Mientras nos besábamos, cerré el agua caliente de la regadera y nos baño un agua fría que nos hizo tiritar. Pero no nos movimos ni interrumpimos el beso. Instantes después nos bañó agua caliente y sólo rompí el beso para mediar el agua y que ésta estuviera en el punto exacto. Nos seguimos besando y la cargué (pese a su gordura) y la recargué sobre la pared. Ella exclamó al sentir el frío contra su espalda, pero no me reclamó en lo absoluto. La penetré con una semi erección, pero fue delicioso.
Lo hicimos. Hicimos el ...