38.1 El avance del mal
Fecha: 09/05/2021,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... de los que he tenido la ocasión de probar que no son tantos.
—Sí, a Evans me refiero. –su mano apretaba sobre mi espalda de vez en cuando llevándome hacia él.
—¿Está comprometido con alguien?, ¿vive con algún chico?, ya me entiendes.
—Evans solo está comprometido con su trabajo, no le conozco otro amor. –no le iba a contar lo de Alan que no era importante en ese momento.
—A ti te quiere un montón, ¿habéis estado juntos alguna vez? —me hizo reír y me aparte para besarle en el costado, donde marcaba su costillar.
—Rafael, ¡te gusta! –vuelvo a reír besándole en el mismo lugar. –El amor que siente por mí es diferente y nunca ha habido nada entre nosotros, ni un roce de tipo sexual y mira que esta bueno. –no puedo dejar de reír al pensar como es de agradable Evans.
—Como tú dices está para hacerle un favor, sí, me gusta, sí. –ahora también ríe él mientras besa mi pelo y mi frente. Nuestra alegría va quedando en una sonrisa contenta y de vez en cuando me besa y acaricia mi espalda, paso mi brazo por su pecho y elevando un poco mi cabeza poso mis labios en su tetilla.
Su respiración se vuelve violenta y su corazón late muy fuerte.
—Rafael, ¿quieres hacerlo? —se gira para mirarme y me abraza más fuerte, une su entrepierna a la mía, tiene una erección muy potente.
—Eres tú el que no quiere y no te voy a forzar. –sus labios están muy calientes cuando los coloca sobre el puente de mi nariz suspirando.
—Si quiero, mira como me tienes. — cojo su brazo para ...
... que deje de abrazarme y llevar su mano a mi sexo. –gira un poco mi cadera antes de apoderarse de mi verga a través de la tela del pijama.
—Estas más duro que yo. –se alegra besando ahora mis labios y continúa besando mientras su mano avanza por la pernera de mi pantalón hasta llegar a hacer contacto con mis testículos.
—¡Qué tierno eres Daniel! Te los estrujaría de la emoción que me haces sentir. –me río buscando los suyos con mi mano, los cojo delicadamente, me encantaba sentirlos moverse.
—Qué ni se te ocurra, o comienza la guerra nuclear donde no hay vencedores ni vencidos. –se los aprieto ligeramente. –Yo prefiero chuparlos, los quiero mucho.
Me deshago de mi chaqueta y pantalón quedando desnudo, y él se quita lo único que impide un contacto total entre nosotros. Solamente tenemos la luz que entra, muy escasa, por los bordes de las cortinas de las lámparas del jardín. Al tocar su polla mi mano se llena de pre semen, la sobo sobre su vientre con mi mano extendida mientras recibo su lengua en mi boca.
—Mámala mi putito, pero dame la tuya que también quiero mamarla. –me estremezco cuando me dice esas palabras que suenan como un cariño y no como una ofensa.
Me coloco sentado sobre su pecho dándole la espalda y bajo hasta posar mis labios sobre su glande, el olor me guía porque no veo y el tacto de mis manos que van a su encuentro. Tira de mis caderas para acercar mi pene a su boca y sin preámbulos lo come entero, mi escroto se asienta sobre su frente y nariz. ...