1. Alberto


    Fecha: 06/06/2021, Categorías: Infidelidad Autor: nexdelca, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombre a quien no veía como amigo, sino como macho. Por primera vez experimenté esa sensación de debilidad por un varón. Fue extraño y difícil de digerir. Me sentí femenino.
    
    Llegamos ya de noche y muy agotados al hostal. Con tacto dejé que se duchara primero. Demoró algo más de lo habitual. Yo esperé ansioso sentado en la cama batallando contra el sueño y a la expectativa de verle desnudo otra vez aunque fuera por unos segundos. Para mi decepción salió con la toalla envuelta en su cintura y mi expresión de desilusión creo que fue evidente. Hubo un silencio mortal mientras una extraña energía viva viajo entre las miradas encontradas de él con la mía. Alberto se quedó en silencio y estático de pié en la salida del baño. Yo me levanté para entrar a la ducha y dejo entonces caer la toalla al suelo justo cuando yo pasaba caminaba de frente hacia él para pasar por su lado y entrar al baño. No pude controlarme y giré mi rostro sin dejar de mirar con avidez hacia sus entrepiernas. Miré su pene lavado desde arriba y de perfil. Lucía más grueso de lo que antes lo había percibido desde mayor distancia. Rápidamente levanté la mirada y me estrellé con la de él. Fue un momento fulminante. Su mirada serena parecía esconder una complicidad y una sabiduría que dan los años de vida en pareja y de conocerse mejor uno mismo.
    
    No hice ninguna expresión. Solo continué y entré al baño en un mar de confusiones. Por vez primera creí haberme delatado por mi impulsivo gesto febril y estúpido. Sé ...
    ... que se dio cuenta de mi interés en mirar su sexo. Fue demasiado evidente y ansioso de parte mía. Me calmé con el agua fresca de la ducha. Tuve una sensación de derrota por haber tenido un inútil exceso con un hombre dos años mayor que yo, pero que en su reservada vida, seguro que tenía mucha más experiencia e intuición que yo. Sentí vergüenza. Entonces me di cuenta que en medio de esa ansiedad, había olvidado todos mis trapos en la litera de arriba. No sé de donde saqué fuerzas y en vez de pedirle a Alberto que me pasara las cosas para vestirme, decidí repetir lo que él hace No sé porqué lo hice. No fue un acto racional, sino puramente impulsivo. Salí completamente desnudo con naturalidad. Abrí la cortina con mi cuerpo erizado de osadía. Lo primero que divisé fue a Alberto que estaba acostado boca arriba. Clavó su mirada en mi sexo. Sentí vergüenza, pero vencí al pudor. Caminé despacio hasta el extremo en donde estaban mi toalla y mi bóxer limpio. Expuse así, mi sexo desnudo cerca a su rostro. Giré sin decir nada y caminé con parsimonia hacía el baño. Sentí el peso de su mirada en mi espalda y en mis glúteos frescos. Lo validé cuando corrí la cortina más de lo necesario y hallé el reflejo de su rostro en el espejo escueto pegado de cualquier manera en la pared frontal del baño. Alberto contemplaba con brillo mi trasero. Su mirada estaba cargada de intensidad. Pude percibir todo eso en un breve instante. Una sensación de vértigo entre placer y vergüenza me invadió. Me excitaba ...
«12...567...10»