El novio negro de mi hermana −2
Fecha: 08/11/2017,
Categorías:
Primera Vez
Autor: FOLLADORLECHERO, Fuente: CuentoRelatos
... matrimonio, mi reputación, la relación con mi hermana…todo a la vez. Estaba entre la espada y su gran rabo de ébano apuntándome amenazadoramente, con sus grandes pelotas colgando.
No podía hacer más que, lentamente agarrar ese rabo con toda la mano, tímidamente, temblorosa y temerosa, intentando abarcar todo su grosor, cosa que no me resultó posible dado su tamaño. Esa barra de carne estaba caliente y pegajosa, pareciendo una dura y larga babosa.
—¡¡¡Vamos perra, ordeña a tu macho, blanquita, llena el desayuno de leche a tu hermanita pequeña, hay que ser zorra!!! ¡¡¡Plaaaaasss!!! —Me dijo dando una nalgada en mis nalgas desnudas, humillándome más si cabe —¡Vaya esposa estás hecha, como una perra ordeñando una verga negra que no te cabe ni en la mano, así me gusta, acuérdate del cornudo de tu marido mientras me pajeas, cerda! —Me decía de pie, con su zumo en la mano con toda malicia que puede caber en una persona, disfrutando de mi degradación.
—Yo no te he dicho que utilices las manos. —Me dijo mirándome desde arriba. A mí las casadas me ordeñan con la boca, puerca —Me dijo el desgraciado.
Poco a poco me aproximé mirando de reojo hacia la puerta de la cocina, intentando agudizar mi oído por si hoy los pasos de mi hermana o la puerta de la habitación sonaban. Me acerqué a ese imponente músculo negro que de largo ocupaba más del largo de mi cara y, le pase tímidamente la lengua por la punta del capullo, que era tan grande que casi me podía asfixiar. Confié que con ...
... tan solo eso que me pedía fuese suficiente... que equivocada que estaba.
—Acostúmbrate a comerme el rabo, marrana lechosa, porque te vas a cansar, comepollas —Me decía como si fuera una vulgar puta —Abre bien la boca, la quiero bien abierta y con la lengua bien afuera y comienza a introducir el rabo.
Obedeciendo con sumisión, dada la situación tan delicada en la que me encontraba, teniendo que ceder y humillarme para conseguir salir de esta situación, sin poner en peligro mi matrimonio ni mi relación familiar. Abrí la boca todo lo que pude y saqué mi lengua todo lo que me dio, para a continuación comenzar a introducir el capullo milímetro a milímetro. A los 4 centímetros comenzaron mis arcadas, con la lengua totalmente fuera, comenzando a caer un hilo de saliva desde la punta de esta al que se le siguieron una gran cantidad de ellos.
—¡Aaaaagggggghhhh! ¡Aaaaaggggghhhhh! —Dada las fuertes arcadas tuve que retroceder, sacando el capullo de mi boca unida a gruesos hilos de saliva y lágrimas en mis mejillas por las arcadas, por lo que pasé mi antebrazo por mi boca para limpiarme.
—No se te ocurra volver a retroceder ni limpiarte las babas, eso forma parte de lo marrana que eres, cerda, cuando venga el cornudo de tu marido le besarás después de tragarte todo mi cipote negro, jajajajaja —Me decía mofándose de mí .
Por lo que volví a repetir el proceso, con toda la boca abierta y su capullo del tamaño de una ciruela sobrepasando mis labios, haciéndome producir saliva a ...