1. Riberas del Donetz 2


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... capaz de tomar.
    
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    Los días, las semanas y los meses fueron pasando. A las 3,30 horas del día 5 de Julio de 1943 el Ejército alemán inició la Ofensiva “Ciudadela”, su canto del cisne en el Frente Oriental y, precisamente, en la zona del curso alto del Donetz, al norte de Belgorod. Como es habitual comenzó con el bombardeo artillero sobre la primera y segunda líneas soviéticas al que en breve se unió el bombardeo aéreo, con escuadras de bombarderos He 111 atacando la segunda y tercera línea soviética, nudos de comunicaciones, emplazamientos artilleros, masas blindadas y de infantería… Y escuadrillas de bombarderos en picado Ju 87 “Stuka” y Ju 88. La Compañía Baida, cubriendo sector en primera línea, sufrió entonces las primeras bajas que en aquella última ofensiva alemana habría de sufrir. Al propio tiempo la Unidad de Ingenieros que venía vivaqueando junto a la IVª Compañía del teniente Bauer tendía dos puentes por los que habría de cruzar la Infantería y su acompañamiento de unidades blindadas y zapadores.
    
    A las 5 horas el bombardeo sobre la primera línea soviética cesó y la infantería alemana, la IVª Compañía del teniente Bauer apoyada por cuatro carros Panzer V “Pantera” y Panzer VI “Tigre”, dos cazacarros SD KFZ 187 “Ferdinand” más las unidades de ingenieros zapadores, con dos Panzer III Lanzallamas y unos treinta zapadores con equipos lanzallamas individuales.
    
    La Compañía Baida defendió sus posiciones con tesón pero el ataque de ...
    ... los panzer alemanes y aún más cuando aparecieron los carros y zapadores lanzallamas que arrasaban todo a su paso, achicharrándolo, quebraron toda resistencia al producirse el pánico entre las defensoras. La capitán Soia Valentinovna y el teniente Víctor Ugarov organizaron la ordenada evacuación de las trincheras que la Compañía defendía, aunque no se pudo evitar que las bajas fueran muchas. La retirada se realizó con tal orden que fue posible llevarse consigo no sólo a las fusileras heridas sino que también a bastantes de las caídas para siempre en combate para poderlas enterrar dignamente, cual corresponde a unas heroínas que sacrificaron lo más preciado para una persona, la propia vida. Stella Antonovna fue de las últimas fusileras en retirarse. Había combatido con el ardor y tenacidad habitual en ella. Para todo el mundo era la misma patriota de siempre, fiera e incansable, pero lo que realmente pasaba por su interior nadie lo sabía. Aquella mañana estaba siendo una de las peores de su vida, por no decir la peor. El combate que mantenía no era el que normalmente utilizaba: En el disparo selectivo contra un enemigo, éste aparecía nítidamente en el visor de su arma, reconocía a la perfección su rostro y cuanto quisiera saber de él; pero en este otro combate defensivo, donde se disparaba al bulto, sin pensar, sin saber sobre quién se abríaa fuego, ella estaba vendida por la idea que en cada disparo que hacía la asaltaba: “¿Será Piotr?” “¿Habré acertado a Piotr?” “¿Podré haberle ...
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