1. Riberas del Donetz 2


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... frente, la bien conocida “tarjeta de presentación” de aquellas hembras infernales, las fusileras de la Compañía Baida. Al momento el teniente Bauer ordenó el repliegue de sus hombres que precipitadamente intentaron salir de aquel terrible avispero en que se metieran. Pero muchos no lo lograban, con lo que los infantes alemanes abatidos a tiro limpio se multiplicaban en forma más que amenazadora. El propio Bauer, cediendo al río su MP 40, tuvo que sumergirse en el agua hasta hacer desaparecer la cabeza de la mortal superficie para bucear hasta la orilla de partida. Otros imitaron su iniciativa y, olvidados de mosquetón y municiones, buscaban salir de la ratonera en que la superficie del río se convertía por momentos por el mismo camino que su teniente-jefe, el buceo subacuático. Hesslich, que junto a Bauer vadeaba el río, también se zambulló en el agua buceando, pero no en requerimiento de la orilla de origen sino de la demandada al iniciar el avance hacia la margen soviética. Llegó en breve tiempo y dejó emerger la cabeza lo justo para recuperar aire y otear el panorama en lo posible. El reconocimiento visual le permitió localizar a unos 20 metros a su derecha, tal vez 25-30, una buena posición desde la que hostigar al enemigo. Constituía una especie de elevación o promontorio que desde la orilla misma ascendía a través de unas decenas de metros hasta una cima al parecer un tanto plana, desde la que barruntaba habría una panorámica bastante decente del terreno ocupado por ...
    ... aquello de quedar algo más alto que el resto de la parte de la orilla ocupada por las fusileras que impertérritas abatían uno a uno a sus camaradas. Amparado en la maleza que caía sobre la misma corriente de agua y valiéndose de los propios arbustos que se abatían hasta el agua, avanzó lentamente hacia su meta, sin hacer ruido y perfectamente a salvo de miradas indeseables. Llegado hasta la base de la suave loma ascendente y ayudándose aún más de tales arbustos que hasta allí le llevaran, trepó por la ligera pendiente hasta situarse en lo alto del más que chato promontorio donde la alta maleza no podría decirse que escaseara precisamente. Ya allí se confundió entre la poblada vegetación baja y dispuso su armamento. A este respecto afirmar que Hesslich, como buen profesional del “Asesinato Legal a Distancia”, había sido más cuidadoso que el teniente Bauer, el alférez von Stattemberg, suboficiales y “guripas” en general de la IVª Compañía, pues su “Máuser” de precisión, especialmente equilibrado para que su puntería fuera más bien infalible, así como la abundante munición, los protegió en una funda embreada, impermeable al agua, que entonces abrió extrayendo arma y munición en perfecto estado de uso aunque él mismo y su uniforme estuvieren empapados en agua. Observó detenidamente, con sus prismáticos de campaña, el campo visual a su alcance lo que era decir todo el sector donde las fusileras de la Compañía Baida desplegaban; y la impresión que recibió fue que su inicial intuición ...
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