Follar con los gregüescos puestos a Florencio
Fecha: 13/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... meneándomela para eyacular y echarme al suelo. Al parecer estaba tan nerviosamente impresionado que tardaba en eyacular, no me salía y estaba muy sudado, más que todos. Lorenzo se dio cuenta y se vino a levantarme y ponerme en cuatro para pasear su polla por la raja de mi culo. No sé qué señal les dio que todos los otros tres se levantaron y se pusieron a meneársela al lado de Lorenzo. Yo, con la cabeza en el suelo y apoyada en un brazo, intenté abrir mi culo, Lorenzo me quitó la mano y seguí dándole a mi polla por mi cuenta. Lorenzo, con todo el cuidado del mundo metió el cipote en la puerta de mi culo y empujó, ganas que tenía yo, no opuse resistencia y se me abrieron todos los esfínteres. Lorenzo descargó su semen dentro. Luego me la metió Floren y por indicación de Lorenzo me llenó las nalgas de semen. Zigor ya la metió seguido sin resistencia que no lo notaba y se puso debajo de mí. Entonces Mauro metió su polla junto a la de Zigor y descargaron casi a la vez ambos. Entonces fue cuando sentí que me iba y grité. Sin pérdida de tiempo Floren se metió debajo de mi polla, apoyando su cabeza sobre el abdomen de Zigor y recogió mi abundante semen que degustaba y tragaba como si se tratara de un dulce néctar.
Nos tumbamos a descansar, puse mi cabeza sobre el pecho de Lorenzo mientras los otros tres se juntaron a besarse en el tiempo de reposo. Lorenzo me iba dando besos. Al cabo de un rato, Lorenzo preguntó a Floren la hora, porque era el único con reloj. Y era ya buena ...
... hora para bajarnos. Le explicó cómo íbamos a bajar a casa y le dijo:
— De aquí nos vamos a la piscina de nuestra casa; hoy te podemos invitar a comer en nuestra casa, pero en adelante nos pondremos de acuerdo, sobre todo si venís los dos, porque a la abuela no le gusta improvisar.
Como siempre nosotros cuatro usamos los gregüescos de sombrero y las chanclas en los pies, Floren se puso sus jeans y camisa al cuello, se calzó sus zapatillas y puso su slip en un bolsillo de sus jeans. Empezamos a correr. Ese día no nos cruzamos con nadie. Al llegar a la puerta, Lorenzo me indicó que avisara a la abuela que teníamos un invitado. Yo sin pensarlo dos veces, entré en la casa corriendo, pasé a la cocina y le dije a la abuela que teníamos un invitado, por la puerta de la cocina salí al jardín y ellos me vieron y Zigor me dijo:
— ¿Así, totalmente desnudo, has entrado a darle el aviso a la abuela?
— No, coño, no —dijo Lorenzo— ¿no ves que lleva el gregüesco ese en la cabeza? ¿Qué más da? Si la abuela le ha hecho probar todos nuestros gregüescos para ver si estaban bien y se los cambiaba delante de ella…, ya le ha visto demasiado, si es el puto nietísimo, joder, es más nieto que yo, coño.
Todos nos pusimos a reír de la parida de Lorenzo y nos echamos a la piscina.
Al salir nos venimos con nuestros gregüescos puestos y Floren vestido con sus jeans y la camisa medio abierta. Lo presentamos a los abuelos. Lo saludaron cordialmente y no preguntaron nada porque escucharon que ...