1. Líos en el trabajo


    Fecha: 18/09/2019, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Jala, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... habíamos vuelto a ver desde la noche del sexo en el coche.
    Llegamos a diciembre y, cómo no, se empezó a planear en el trabajo la celebración de navidad de la empresa. Este año se había optado no por una cena o comida al uso sino por un coctel que se serviría a las 12 de la mañana en las oficinas, así que cualquier posibilidad de irnos de cenorra a cargo de la empresa quedaba descartada. El plan no era el más ilusionante pero sabíamos el tema de los recortes y ninguno nos quejamos.
    Aquel día, 18 de diciembre, todos llegamos a trabajar pensando en interrumpir un rato nuestros asuntos durante una hora, tomar una cerveza y dos canapés y volver a lo que estuviéramos haciendo. Efectivamente, a las 12 nos reunimos todos en el comedor y empezamos a comer y beber, a desearnos felicidad y todas las milongas que se dicen en navidad. Alguien había traído una guitarra y se animó a tocar canciones conocidas y a cantarlas con una dudosa afinación, pero no consiguió animar especialmente el ambiente. Todos pensábamos más en acabar aquello e irnos a lo nuestro, porque ni la comida ni la cerveza eran abundantes.
    Se me acercó Paula.
    -“Menudo muermo de fiesta. Y encima nos vamos a quedar con hambre” dijo.
    -“Hay que hacer acopio de sándwiches, por lo que pueda pasar…”, contesté.
    -“O salir a comer algo. ¿Te apetece?”
    -“Buena idea. Si no, a las 5 de la tarde vamos a estar muertos”
    Dicho y hecho. Cogimos abrigos y salimos a la calle. Hacía frio, y eso que Valencia ofrece bastante buen clima ...
    ... en diciembre, pero soplaba viento y era desapacible.
    -“¿Dónde propones?, preguntó Paula. “Pero mejor si no es por aquí, estoy un poco saturada de los compañeros y no me apetece que coincidamos con otros que han tenido nuestra misma idea”.
    -“Vámonos a un sitio que conozco que se come bien cerca de mi casa y no está demasiado lejos. Como aparcar por allí es complicado, vamos en mi moto”, contesté
    Siempre llevo dos cascos en la moto, así que subimos y fuimos a un restaurante en la avenida Cortes Valencianas que tienen una amplia y bien surtida carta de vinos y buena cantidad de tapas y embutidos. El trayecto en la moto fue breve, y yo notaba sus enormes tetas en mi espalda cada vez que frenaba. Llegamos en apenas 10 minutos y aparcamos en la puerta. 
    Había poca gente y cogimos una mesa alta, con dos banquetas, junto a la ventana. Tapas, jamón…y una botella de Pesquera tinto.
    Cuando nos dimos cuenta habíamos bebido más que comido. La conversación se había movido desde el trabajo hasta las infidelidades en las parejas, pasando por las fantasías sexuales de cada uno y los sitios más raros donde lo habíamos hecho. Entre las cervezas de antes y la botella entre dos que nos habíamos terminado, yo estaba más que alegre, con ese puntito que da el vino. Y Paula también. Y eso nos había llevado a ese tipo de conversación intima…
    -“No me apetece nada volver a la oficina. Se nos va a notar que vamos borrachos…jajaja”, dijo.
    -“Pues si quieres seguimos aquí, no nos van a echar de menos ...
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