Venganza
Fecha: 28/09/2019,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Antonio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... leche por los labios y ella trataba de recogerla y meterla de nuevo a su boca. Quedaron exhaustos sobre la cama, la muy puta no dejaba de jugar con el miembro de Mario, lo acariciaba. No quise ver más, las lágrimas corrían por mis mejillas. Salí de casa, busqué un hotel y me quedé allí hasta el otro día.
Como a las 9 de la noche del día siguiente entré a casa como si recién viniera llegando, estaban esperándome ambos en el living, Mario me abrazó, diciéndome que me había extrañado que si le había traído algún obsequio, luego Lucía, estrechándome contra sí me dio un largo beso diciendo que no volviera a dejarla sola tanto tiempo, Mario decía que la pobre estaba desolada sin mí. Yo sin decir palabra, tomé un vaso de whisqy de un trago y me senté, respiré profundo y dije – no los quiero volver a ver en mi vida. Tú, puta, mañana te enviaré los papeles del divorcio y más te vale que los firmes calladita y busques un lugar para vivir, tienes lo que resta de la semana. – y tú mi gran amigo, el que nunca me iba a dañar, no te quiero ver por ningún lugar en el que yo me encuentre, soy capaz de matarte-.
Ambos se miraron sin hablar, yo saqué el teléfono de mi bolsillo y puse lo que había grabado la noche anterior, mi mujer se tapó la cara mientras empezaba a llorar. Mario no dijo nada, se levantó y salió de la casa.
Dos semanas después ya estaba viviendo solo, no estaba contento, echaba de menos a mi esposa, pero más a mi amigo, mujeres van y vienen, pero los amigos verdaderos ...
... están para siempre, me sentía traicionado en lo más profundo. Un deseo de venganza comenzó a anidar en mí, noche tras noche pensaba en la cama que tal vez mi mujer no había sido la primera, tal vez con todas las chicas con las que había salido y que siempre las conoció Mario también se había acostado.
Quería hacerle daño, no sabía muy bien por qué, pero quería hacerle pasar por el daño que a mí me había causado, tal vez el cariño que siempre he tenido por mi amigo se había vuelto odio.
De Lucía me fui olvidando poco a poco, ella desapareció de mi mundo, lo último que supe es que se fue a vivir a otra ciudad con un tipo que conoció por internet. Ella no me importaba nada, era una zorra y seguramente no pasaría mucho tiempo en que no le hiciera lo mismo que me hizo a mí, a su nuevo amante.
Pasó un tiempo y no supe nada de Mario, me concentré en el trabajo y salí un par de veces con mis compañeros de trabajo a tomar un trago, conversar y compartir un rato, aunque con el tiempo me fui convirtiendo en un solitario.
Ya había pasado casi un año cuando lo volví a encontrar, un domingo me fui al cine solo y después pase a tomarme un café cuando entró él a la cafetería, no andaba solo, nunca estaba solo, dos hombres y una mujer lo acompañaban, no los conocía. Estaba igual, guapo, reían. Pensé en irme enseguida, estaba guardando el periódico que leía, cuando siento que me habla .- Cómo estás – dice, pensé en darle un puñetazo, pero respondí – bien – y salí de la cafetería. Una noche ...