El Intruso capítulo 8 - Relatos Eróticos

El Intruso capítulo 8

... era un culo dilatado, no por mí y ahora yo solo lo disfrutaba, miré como abrió su boca. ‐ Aaahhh Antonio aaahhh Gimió pronunciando mi nombre cuando sintió como mi verga entró en su totalidad, la saque y la regresé, una y otra vez, Carmen gemía fuerte a cada metida que le daba, mi mente voló aún más y empuje fuerte, ella casi gritó cuando lo hice ‐ Ay aaahhh mi amor Las palabras llegaban a mi mente, tenía sentimientos encontrados, pero la verdad en ese momento lo único que importaba era sentir el mayor posible en su culo, bombee fuerte, me desquicié, la tuve que sostener fuerte porque casi se cae hacia adelante, caminamos un poco por el movimiento de la cogida, llegamos a el espejo y se apoyó en el espejo, casi lo tumba, cuando se estabilizó, volteo a la cámara, yo veía desde atrás como hacia mil cara mientras me la cogía, estaba muy cerca del espejo por lo que el close up sería hermoso cuando lo viera. ‐ Si, Antonio… aaahhh… lo siento dentro… aaahhh, mas por favor… mas Acelere ante la petición de ella y mis huevos chispearon el típico cosquilleo de la inminente eyaculación, sentí como explotaron, como el semen recorrió, saliendo de los eferentes, todo el trayecto de los deferentes, como mi próstata se contrajo liberando líquido para unirlo a semen, se formó la sustancia viscosa grisácea que salió disparada a recto de Carmen, sentí como su culo se contrajo una y otra vez, sentí su orgasmo anal, miró al techo mientras le llenaba el culo de leche ‐ Antonio… aaahhh… mi amor… ...

... aaahhh Balbuceó mi nombre mientras yo eyaculaba y ella tenía su propio orgasmo, terminé de eyacular y no pude evitar recargarme en ella, sentí como se enderezó un poco para sostener mi peso, percibí el olor de su piel sudada, recordé lo sensual de su olor, puse mi labios sobre su espalda, cerré mis ojos y solo por un instante sentí que las cosas nunca habían cambiado, que todo fue un sueño y que acababa de despertar, que esa pesadilla había terminado; un movimiento de Carmen me hiso despertar de mi corta fantasía, me enderecé y le saque la verga del culo, Carmen por reflejo cayo de rodillas sobre el piso, pero solo para regresarse e hincada meter mi verga babosa en su boca y chuparla extrayendo las últimas gotas y limpiándola como nunca lo había hecho. Me miró desde abajo, nuestras miradas se cruzaron, ella estaba seria, como expectante ante mi reacción, el orgasmo ya había pasado, ahora la cordura volvía a los dos, vi una pequeña lágrima en sus ojos al ver que yo no hablaba, solo miraba como limpiaba mi verga, ella finalmente habló ‐ ¿Entonces si te gustó como quedó la casa? ‐ Si—dije mirando alrededor ‐ ¿Quieres cambiar algo? ‐ ¿Cómo qué? ‐ No sé, tal vez quieras poner más espejos—lo dijo mirando el espejo que tenía la cámara, era como invitarme a que pusiera más cámaras ‐ Sí, eso me gustaría ‐ Bueno, estoy sola todas las mañanas, si quieres juntos podemos colocarlos ‐ Si, déjame pensar como “traerlos” ‐ Si mi amor ‐ No me digas mi amor Carmen se quedó mirando, sus ojos ...