follando hijastro trans - Relatos Eróticos

follando hijastro trans

... dejaba. Yo ya estaba caliente. Nos inclinamos sobre la cama y besé sus pechos, uno a uno, con lamidos y chupetones. Dave gemía.
-Ayy, papi, que rico!
Volví a besarlo, mientras mi mano corrió a su calzón y comenzó a sobar su verguita por encima. Dave lanzó un suspiro. Los besos eran ahora lujuriosos, con mucha lengua. Por fin metí mi mano en su calzón y le acaricié la polla, pequeña y hermosa. Me puse al frente, le bajé el calzón y abrí sus piernas. Al poco mi boca contenía su pequeña pija, y me di a chuparla, desde el tronquito a las bolas. Dave jadeaba. Su verguita se puso dura y creció un poco. Yo la chupaba con enorme placer. Volvía besarlo, para mezclar jugos, y a sus pechos, Dave recibía todo. Separé más sus piernas y las alcé, dejando su culito al descubierto. Dave se sostuvo las piernas, y pude separar sus nalgas.  
-	Uy, que culo tan precioso!
Allí estaba un ojete rosadito, oscuro … ¿virgen? Cuando lo besé, Dave lanzó un grito. Seguido de gemidos, cuando me puse a lamerlo, sin olvidar las bolas y la pija, ya muy dura.  Con abundante saliva en el ojete y el dedo, pude entrar en su intimidad. Mi dedo índice entró jubiloso, y Dave volvió a gemir. Ahora se la chupaba sin dejar de dedearle el ano.
-	Ayy, que rico, papi ….
Volví a besarlo con pasión, mezclando jugos y salivas. Nuestros jadeos eran uno solo. Mientras tanto me iba quedando desnudo y mi verga ya estaba dura. Dave la tomó con sus manos y gritó de emoción.
-Ay, que grandota papi …
Me fui al baño y volví ...

... presuroso con una crema. Unté ojete y pija en abundancia. Me puse encima, separé sus piernas, y con mi mano puse la punta en el ojete.
-Ayy, papi, con cariño …
- No te preocupes, cielo …
La hundí solo un poco y esperé. Su ojete estaba apretado, pero la crema ayudó. La fui empujando poco a poco, con cada avance Dave gemía.          
- Ayy, papi, me duele …
- Quieres que la saque?
- Noooo!
 Al fin la gruta cedió y toda la polla entró triunfante hasta la base del tronco. Dave gemía de dolor y placer. Nos besamos, mientras lo enculaba lentamente pero con profundidad.
-	Que culito tan rico …
-	Es todo tuyo mi amor … disfrútalo! 
Tomé el ritmo más rápido, la cama ya sonaba un poco, y se oía un poco el paso del la barra por la gruta. De vez en cuando le sobaba su verguita.
-	Si amor, no pares … cómete el culito, es todo tuyo … no pares … mmm
Lo besaba, lamia sus teticas, sobaba su verguita, todo sin dejar de penetrarlo. Dave jadeaba; yo gruñía con cada asalto. 
Mi ataque se aceleró y a aproximarse la venida, también aceleré la manoteada en su pene. 
-	Nene, te voy a inundar el culito de leche …
-	Ay, si, papi …
Me vine en estertores de lechadas que inundaron la gruta de Dave. También se corrió pues mi mano se untó de su leche. Ambos gemíamos por la doble corrida. Nos quedamos un rato, yo encima, con la pija menos grande adentro aún.
-	Papi, ya no son virgen … 
-	Me alegra que haya sido yo …
Saqué mi pija y le levanté el culo para que la leche que ya salía no fuera ...