Una joven de 20 años se acuest con el marido de su mejor amiga de 34.
Fecha: 11/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Annabethyne, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... me están dando unas ganas de….
No hizo falta ni una palabra más, Paula se apresuró a desabrochar el pantalón de traje de Daniel, en cuanto tuvo la erección tan sólo tras el bóxer, comenzó a plantas pequeños besos sobre la delgada tela.
Daniel respiraba fuerte, inconscientemente se enrolló el pelo de la coleta de Paula alrededor de su mano, de forma que tenía controlado cualquier movimiento de la cabeza de la chica, aunque ahora no estuviese haciendo uso de ese poder.
Paula bajó lentamente la ropa interior y se lamió el pene de Daniel como si de un helado se tratase. No sabía si era porque estaba mal por muchas razones, o porque todavía tenía el sabor de las fresas y la nata en el paladar, pero en aquel momento le pareció la mejor polla de su vida.
Se apresuró a metérsela en la boca, y en cuanto el calor rodeó el falo de Daniel, éste tuvo que hacer de tripas corazón para no correrse al momento. Lentamente, comendó a controlar la velocidad de la mamada con su mano, llegando incluso a sentir como su prepucio tocaba ligeramente la campanilla de Paula.
Al cabo de un rato no pudo más, con una mano apartó los platos a una esquina de la barra y obligó a la chica a colocarse de pie, con el pecho apoyado en la barra. Levantó el vestido con delicadeza, dejando expuesto un precioso culo con nalgas redondas, blancas y perfectas, que engullían en su interior un delgadito hilo rojo. Tiró del hilo con fuerza, y Paula gimió mientras movía sus caderas con impaciencia. Esta vez ...
... fue él el que se arrodilló, dejando un rastro de besos y lametones llegó al coño de la joven.
Inspiró con fuerza mientras usaba sus manos para separar las nalgas y dio su primer lametón. Paula tembló y gimió con fuerza. Sentía el frío metal rozando su clítoris y eso la estaba volviendo loca. Tras uno, dos y tres lametones, Daniel insertó tres dedos dentro de ella, sin previo aviso, y el impacto fue tal que se corrió al momento.
El hombre observó maravillado como los flujos se derramaban por las piernas de la chica, y se sintió, sin saber por qué bendecido ante tal imagen. Tiró de su coleta ligeramente para indicarle a Paula que se reincorporase y, besándose, la llevó hacia la ventana de la cocina de nuevo. Esta vez, frente a frente, mirándola fijamente a los ojos, la tomó en brazos y la bajó lentamente, mientras sentía como su vagina se iba cerrando alrededor de su falo.
Apretó los dientes con fuerza y gimió con ella cuando la penetró en su totalidad. Se quedaron un par de segundos así, ella clavando sus dedos en los hombros de Daniel, mientras el comenzó a subir y bajar su ligero cuerpo.
Paula nunca había sentido algo igual, como el pene de Daniel palpitaba y se hacía más grande cada vez dentro de ella, sentía que iba a morirse del placer, y su cuerpo volvió a temblar en un tremendo orgasmo.
Se fundieron en un intenso beso, ella le dio un toque a él en el hombro para que la bajase, y volvió a colocarse de espaldas a él. Quería disfrutar de las vistas mientras se ...