SECRETOS DE FAMILIA: Un sádico de 15 años (y 2) - Relatos Eróticos

SECRETOS DE FAMILIA: Un sádico de 15 años (y 2)

... vez más la escena del masaje de crema, y muy recaliente debía estar ella que hasta se permitió fumar uno de los cigarrillos que siempre consumía Charly. Cuando ambos se incorporaron para abandonar el recinto comunitario, siguiendo el plan previsto con mi amigo, abandoné el piso, baje raudo en el ascensor hasta el sótano y me metí en el cuarto trastero que correspondía a la vivienda de la tía de Charly. La puerta ya estaba abierta así que, según lo acordado, me introduje en un viejo armario con varios agujeros para poder ver sin ser visto. El local era amplio. Entre los viejos muebles y trastos allí guardados, había una camilla de masaje. Al poco rato entro la pareja. Estuvieron un buen rato besuqueándose hasta que Charly despojó del biquini a mi madre y empezó a pellizcarle los pezones de sus grandes. Ella protestó: "Me haces daño".
- Aquí se viene a hacer lo que yo mande, gatita. Ya te dije que veníamos a jugar a mi manera.
- Sí, Charly. Haré lo que tú digas. Pero lo primero que quiero es ver esa verga que tanto abulta bajo tu bañador.
El muchacho dejó caer el speedo hasta los pies. A mi madre casi le da algo al ver semejante miembro.
- Tu marido no la tiene así, ¿eh? Y eso que aún no está del todo parada.
Mamá se arrodilló y engulló todo el vergón hasta casi ahogarse. La polla aún creció más. Pero "Dumbo" iba más lejos. No iba a conformarse con una simple mamada y un polvo rápido. Llevó a mamá de la mano hasta la camilla y la hizo tumbarse boca arriba sobre ella. De ...

... un amplio bolso que había puesto previamente allí sacó una navaja de afeitar.
- No me gustan los coños peludos. Quiero el tuyo como el de una Barbie, como el de una nenita.
- A mi esposo le gustan peluditos. No sé si hago bien...
Charly no estaba para discusiones. Le separó las piernas, le embadurnó con la crema solar toda la zona vaginal y pubis y con la navaja de peluquero empezó a rasurarla sin preocuparse si le hacía daño e incluso sangre.
- ¡Me estás haciendo cortes, Charly! - protestó ella.
- Esto se cura así - añadió él -. Y subiéndose encima de la camilla comenzó a mear sobre mamá. Primero, sobre la concha, después, sobre la boca, hasta hacerle probar su orina. La sensación del líquido caliente hizo temblar a la mujer, sintiendo un extraño placer.
- Verás que no soy tan malo, cachorrita - continuó "Dumbo" - . Ahora voy a ponerte un poco de crema en la panocha para que la depilación no se irrite.
Y comenzó a extenderle buena cantidad de crema en la chucha. Los dedos iban cada vez deslizándose más hacia los labios vaginales, ya recalentados e hinchados por la excitación. Mami estaba en la gloria. Un dedo dentro, luego otro, después tres... la masturbación perfecta con el clítoris erecto a más no poder. Luego vinieron cuatro dedos, luego cinco... ¡La mano completa! Más adentro, más, más, hasta la muñeca. Mamá gemía de placer. El brazo delgado de Charly, bien lubricado por la crema, se deslizaba hasta bien adentro en rotación controlada. Medio antebrazo metido. El ...