Yo trabajando... ¡y mi esposa gozando!
Fecha: 10/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Juan José Ángel R., Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... de la noche, unos pocos minutos después de que hablasen por teléfono.
Ya en el taxi, si nos dejamos llevar por la situación, íbamos para un motel a las afueras, al que ella decidió que sería rico visitar, esto, dada la situación de conocer personas en el hotel donde me estaba alojando.
En el taxi, nos fuimos besando cada vez más salvajemente, ahí, puse sus manos sobre mi Verga, y ella aprovecho para sobar a gusto sobre el pantalón, así como yo lo hice con sus tetas, pellizcando sus pitones mientras acariciaba ese par de pezones inmensos que tiene, sacándolos un poco nada más del sostén que llevaba puesto. En el primer motel al que llegamos, no había cupo, así que tuvimos que bajar a uno contiguo que a ella le gusta, allí, tuvimos que ubicarnos unos minutos en la “sala de espera”, un balconcito anexo a donde se sienta la persona que atiende, allí, pudimos besarnos nuevamente, mientras ella acariciaba mi rostro y mi verga, yo sus tetas y su cuello, nos detuvieron para indicarnos que ya había una habitación libre, y fuimos hasta allá, tomados de la mano.
Al entrar, solicitamos un par de Ginger, esto, para acompañar el ron que traíamos del bar, e inicio lo que realmente deseaba desde que la vi, nos besamos mientras ella iba desabotonando mi camisa, y una vez lo hizo completamente, empezó a besar mi pecho, mi abdomen, y finalmente, tomo mi mano y me llevo hasta la cama, sentándose en ella mientras desabrochaba ahora el cinturón y el pantalón, para proceder ...
... posteriormente a sobar mi Verga sobre el boxer.
Después de sobarla durante un minuto, procedió a liberarla, para acariciarla libremente, poco después, y lo digo con toda franqueza, dio inicio a una de las mejores mamadas que me han hecho en la vida, se veía hermosa con mi Verga en la boca, se la tragaba hasta un poco más de la mitad, para luego proceder a chuparme los huevos y darme besos en el abdomen nuevamente, mirándome con una mezcla extraña de inocencia y morbo. Mientras ella estaba trabajándome de esa forma, yo le acariciaba las tetas sobre la blusa en uno de los casos, y directamente, en el caso de la otra. Además, de sobar ese chochote que se adivinaba a través del pantalón.
En cuestión de minutos ya estábamos desnudos, completamente en mi caso, mientras en el de ella, aún mantenía la tanguita que me quede con ganas de “robar” después, pero ya sabrás el porqué del olvido, Je, je, je
La primera vez, estuvo acompañada de más sexo oral tanto de su parte como del mío, pues de alguna manera debíamos tratar de no dejar caer el calor en el cuarto, dada la necesidad de ponerme el primero de los cuatro condones que utilicé durante la noche.
La primera penetración, se dio en una pose bastante regular, un misionero en el cual aprovechamos para besarnos de manera bastante agitada, para posteriormente dar paso a diferentes poses, de tijera, pollo asado, mientras le decía a tu esposa que me pidiera Verga, e imaginase que vos estabas allí, sentado, pajeándote, mientras mirabas ...