La dominación de Karina
Fecha: 28/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: etrusko, Fuente: CuentoRelatos
... cuerpo era inmensa. Se la estuvo follando un buen rato, azotándole el culo ya enrojecido por los golpes que antes le dió Luna.
—No te corras dentro, cabrón- le instó Luna
—calla zorra, esta puta tendrá pasta de sobra para abortar o quedarse con cien niños.
Karina no paraba de moverse, levemente porque no tenía apenas posibilidad de más, pero esas situación excitaba aún más a Adolfo.
De pronto, la cogió por las caderas con sus manazas y empezó a darle fuertes golpes de cadera, parecía que más que follarla quería romperle el coño a pollazos. Soltando un grito animal y quedando paralizado, terminó corriéndose dentro de ella.
Sacó su polla muy despacio. Disfrutando del culo de Karina. El sudor le corría por todo el cuerpo, llegando sus gotas incluso a la espalda, culo y piernas de Karina como si de una pequeña lluvia se tratase.
Una vez fuera, vió la la botella de Dyc.
—Hombre! El mejor amigo del hombre.
Le dió un largo trago
—¡ Uff, cómo reanima esto! Vamos a ver, vamos a ver !
Se acercó al culo de Karina y le puso la oreja encima de él. Luna le miraba.
—¿Lo has oído?
—¿el qué?
—El culo de esta puta dice que me lo folle
—no, por favor, déjala
Karina, al oirlo, cerraba los puños e intentaba levantarse.
Adolfo vió el bote de lubricante y sonrió. Se echó bastante en la mano y se acercó al ano de Karina, ésta contrajo el culo y apenas cabía un dedo en él.
—bien zorra, tú lo has querido. Niña! Ábrele aún más las piernas. ...
... Vamos!
Luna dió un salto y obedeció. Comenzaba a excitarse de nuevo. Fue una sorpresa para ella, pero le excitaba la sensación de dominio que ejercía su marido sobre Karina.
Ajustó aún más las cuerdas y consiguió que se abriesen aún más las piernas de Karina.
—deja que te la lubrique-le dijo Luna, para a continuación, empezar a chuparle la polla a su marido.
Adolfo quedó callado y sorprendido por la actitud de Luna.
Finalmente, Luna se metió en la cama, cogió con ambas manos las nalgas de Karina y se las abrió.
—Ahora cariño, fóllate a esta zorra por el culo.
Adolfo acercó su polla, muy excitado de nuevo. Puso la punta del pene sobre el ano, y comenzó a empujar sin ningún tipo de delicadeza. Luna dirigía la punta del pene para que estuviese en el sitio justo.
—Ya! Ahí es, ahora!
De un solo golpe entro media polla de la bestia de Adolfo. Al instante, comenzó a sangrar el culo de Karina, pero Adolfo ya no tenía parada ninguna.
Luna se puso detrás de su marido, y mientras le besaba el culo, con las manos le cogía los huevos, masajeándolos.
La polla de Adolfo hacía rato que entraba y salía entera. Karina no paraba de llorar.
Al igual que la primera vez, Adolfo la cogió fuertemente por las caderas y lanzó un grito animal. Se había corrido de nuevo. Solo que esta vez, se dejó caer sobre el cuerpo de Karina. Exhausto.
Estuvieron un buen rato sentados sobre el suelo de la habitación, en silencio y bebiendo. La mano de Luna jugaba tímidamente con la polla de ...