1. Nieta de fuego - venganza (parte 2)


    Fecha: 29/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... trigueño, bordeando los labios mayores y subiendo hacia el pubis formando una especie de copa.
    
    Como si fuera poco la belleza exhibida, al descuido, habilidosa en la manipulación del clítoris, separé los labios para dejar ver el interior, brillante rosado nacarado, hasta me parecía ver asomar de esa fuente femenina algún resto olvidado de semen.
    
    Al borde de un ataque de deseo me aproxime a ella, blandiendo el “arma mortal” sin dejar de mirarnos un instante. –Abu, sé suave con la nenita hmm..
    
    Lejos de cumplir ese sarcástico e incitante pedido, hice lo que necesitaba, una salvaje entrada al mejor estilo de desesperado amante que vuelve a su mujer después de navegar todo un año en alta mar.
    
    -¡Ahhh! – Fue lo más que pudo pronunciar cuando sus piernas adornaron mis hombros como trofeo de caza, lanzado en ella como una tromba, con la fuerza del deseo mayúsculo y la experiencia de muchas batallas. De golpe y profundo, ¡hasta el fondo!
    
    Las manos de la muchacha eran garras apretando mis nalgas para evitar cualquier retroceso, ayudaba en las embestidas, disfrutaba la salvaje penetración, los golpes intensos y prolongados se suceden sin solución de continuidad, el bombeo constante tiene recompensa, el primer grito de liberador orgasmo de Giselle. Solo presiono para dejarla saborear, y volver al empuje intenso y constante, es el plus que da la energía en forma de comprimido ingerido antes.
    
    La performance de este macho posesivo e impetuoso la subleva, la revela como ...
    ... hembra total y llena de fuego, se toma una de las tetas, me la coloca en la boca para que se la muerda, que la retenga mientras martirizo esa vagina con furia pasional.
    
    – ¡Más fuerte! ¡Más adentro! ¡Másss! ¡Dame más, rompeme, haceme daño! ¡Másss”
    
    Palabras cortas e imperativas, pidiendo más allá de sus límites, más allá de lo humano.
    
    En medio del brutal movimiento se me sale la verga y se apoya en el delicioso anillo anal, en el envión, resbala… le entra casi todo el glande. El grito de dolor y sorpresa suspende el “viaje”, la “agarra” para detener el ingreso, con voz lastimera dice: -¡Ah!, ¡no, ahí no!... Si te gusta eso... ¿antes me harías un gran favor...?
    
    La pregunta quedó latiendo como la fija apretada en su mano, la sacó del ano y coloca en la vagina, para terminar la tarea comenzada. La pausa sirvió para demorarnos y prolongar el metisaca, un momento después dio segundo gritó de victoria, más prolongado que en el primer turno, igual que en el previo este se alarga en remezones que la agitan y sacuden de pies a cabeza, se le repiten como oleadas internas que se agitan dentro de sus entrañas.
    
    -Estoy por llegar nena... ya me viene... – seguía sin condón, el aviso era una especie de autorización para poder venirme dentro.
    
    -¡La quiero… toda… adentro! –Sus manos más veloces que sus palabras, retenía al macho posesivo clavando sus uñas en mi carne para apretarme, sostenerme en ella en el momento de la descarga feliz.
    
    - ¡Me voy, me voyyyy...! - con el último “y” ...
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