1. Nieta de fuego - venganza (parte 2)


    Fecha: 29/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... culpas, ella lo deseaba más que yo por la forma en que sostenía mi cabeza, y me lleva a la entrepierna para hacerla delirar. La nueva ronda de tragos hacía todo más fácil, el todos contra todos, saliendo de un agujero para entrar en otro sin importar el de quién.
    
    En un momento Giselle dirige el “tráfico” ordena el tren, coloca a mi nieta en la delantera, “en perrita”, Roger detrás, para que le haga sexo anal.
    
    -Esto es algo que siempre has deseado, ¡Estás autorizado! ¡Adentro! -Se lo acompaña con la mano para entrar en la muchacha.
    
    Ahora está conmigo, lubrica y masajea la verga con sus jugos, se me “hace agua la boca”, adivino que ahora su culito será mío y...
    
    –Todavía no, señor, ¡Primero este! -Me señala el culito de su novio. – Primero cumplir esta consigna antes de tener este trofeo. – se lo palmea, para subrayar la frase.
    
    Roger siente que peligra su retaguardia, se vuelve para mirar que hace su chica, intenta desconectarse, pero Giselle se lo impide, lo retiene sin dejarlo salirse del ano de Emilce, le pone seriedad y energía, se lo dice francamente y de una vez:
    
    -Es el momento de pagar la “corneada” ¡Te dejas coger por el Abu! Es la prueba de amor que necesito para ver si me amas, te doy a mi amiga, pero te quiero ver como duele una pija como la del abu haciéndote el culo. ¡Estamos! - Decidida y autoritaria.
    
    La abundante ingesta de tequila había hecho todo más laxo, menos cuestionamiento y resistencia, solo acceder y acatar la orden de la jefe: Se ...
    ... dejó sodomizar.
    
    Armado el “trencito de la alegría”, Giselle conduce al convoy sexual, “en cuatro” delante de todos, mientras Emilce la acaricia y lame la vagina, Roger se la incrusta por el ano, yo como “último vagón de cola”, sodomizo sin demasiada convicción ni decisión al corneador, en verdad es mi primera vez con un macho.
    
    Giselle ni lerda ni perezosa, nota eso, y viene a corregirlo, me toma de la pija y acaricia mientras atrás de mí me abraza y empuja para que le entre todo. Sacude “el “tren” presiona y contribuye a producir los quejidos del macho que sufre recibiendo la verga en su culo, goza sentirlo sufrir la cogida, por momento impiadosa.
    
    Como primera experiencia no está mal, los movimientos se transmiten, el morbo de ver como mi nieta siente y goza y someterlo a él, es, de algún modo como si lo hiciera con ella. Todo se ha vuelto un cojinche a todo dar, Giselle acaricia a los integrantes del “convoy”, algo totalmente loco, en un momento los quejidos, ayes y gemidos del cuarteto feliz llenó el cuarto de aroma de sexo. Ahora es tiempo de movimiento y frenesí, todo empuje, todo meter y sacar, músculos y tendones en su máxima tensión, la hormonas trabajando a full, todos los sentidos puestos en el place y las sensaciones.
    
    En este momento dudo de que todo hubiera ocurrido, si no fuera que Giselle había colocado una cámara para inmortalizar esos momentos, hubiera pensado que aluciné por el licor. Las imágenes guardan el momento que alcanzó el zenit, el aquelarre ...
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