El Grueso. - Relatos Eróticos

El Grueso.

... hizo aún más placentera. Fue una experiencia única en toda mi vida sexual con hombres, “El Grueso” fue el único que tenía la verga para dar esa inolvidable y extraña sensación. La verdad no me explico cómo su mujer pudo renunciar a eso.
Pero “El Grueso” estaba muy ganoso y potente y no aguantó más, debió haber sido muy sensual para él, los movimientos de meter todo y sacar todo hicieron su efecto y como a las 6 o 7 metidas hasta lo más profundo, me aventó el torrente de la nutritiva leche que traía almacenada y que, sin querer queriendo, se mezcló con la abundante ración que Hilario me había dotado unos minutos antes. Pensar en ese detalle me transportó al mundo feliz.
Con 3 o 4 embates acompañados de espasmos y chorros de esperma se terminó la carga, pero le pedí que no lo sacara, que dejara que saliera solo una vez que la sangre de su tejido esponjoso se retirara para dar paso a la flacidez normal. Así se quedó quieto por algunos momentos, pero luego reinició pequeños movimientos de mete y saca, por lo que la verga se mantuvo erecto un buen de tiempo más, hasta que tal vez cansado de sus piernas, de un jalón me lo sacó, trayéndose consigo un buen chorro de la mezcla de semen que adentro traía y que provocó la rica sensación de sentir ese caliente líquido correr por entre mis piernas, coronan-do el inmenso placer provocado por tan rica e inolvidable gruesa experiencia.