En el manantial.
Fecha: 13/06/2020,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... movimientos, cuando cambié mi atención a lo de Jacinto, fue porque ya me había lanzado su primer chorro del rico y caliente semen con un sabor muy parecido al de Elías, que tragué con entusiasmo desmedido para que siguieran 4 o 5 espasmos más hasta quedar quieto dentro de mi boca que aproveche para succionar fuerte y sacarle lo que en la curva uretra le quedaba. En seguida me percaté de que tenía dos espléndidas y potentes vergas dentro de mí, lo cual disfruté como nunca lo había hecho antes, no deje que ninguno lo sacara luego de terminar, solos se fueron saliendo conforme iba menguando la erección. Primero salió la de Elías y la de Jacinto, como era de carne, estaba casi del mismo tamaño y con una dureza tal, que opté por sacarla yo mismo de mi boca, tomarla con la mano y, una vez orientado adecuadamente, metérmela en mi orificio trasero, pleno de lubricante aún caliente, provocándole al dueño de tan hermoso gancho, una expresión de satisfacción.
Así, loco de placer y satisfacción, abracé de frente a Elías descansando mi mejilla sobre la de él y con su mano agarrando mi pene y además con el duro gancho de Jacinto dentro de mi cavidad rectal. Luego de disfrutar la situación lo más que pude, lamentablemente me quedé dormido, yo quería más, pero el cansancio por tanto placer recibido, pudo más que mi ...
... ardiente deseo. Cuando desperté ya estaba solo nuevamente, mis amantes se habían ido antes del amanecer. En circunstancias similares, el gozo se repitió la noche siguiente, siendo, muy a mi pesar, la última que tendría con Jacinto y Elías, quienes viven y vivirán por siempre en mis recuerdos.
Los siguientes 5 días que estuvimos trabajando, los pasé con Valentín, quien a diario me estuvo surtiendo como él sabía hacerlo. De regreso al pueblo, Roberto, ya sin el don, me tenía reservado una habitación en el mejor hotel del lugar, para seguir con el trabajo de gabinete. Con el razonable pretexto de estar al pendiente de lo que se necesitara, una gran parte del tiempo la pasaba conmigo cogiéndonos de diferentes formas. Por cierto, según su decir, fue la primera vez que tomo esperma, lo convencí de las bondades nutritivas, preventivas y curativas de tan preciado líquido y dijo que fui el primero en dársela. Haciendo un balance, durante todo el tiempo que estuvimos trabajando en el campo y en el pueblo, todos los días tuve sexo con 4 diferentes hombres, todos con lo suyo, llenaron de placer a mi mente y abundante esperma a mi sistema digestivo, tanto por el frente como por la retaguardia, además de un buen dinero que gané con el trabajo y los manjares campiranos que alimentaron mi cuerpo. Gran cosecha!!!... Sin duda alguna.