1. SANANDO HERIDAS CON MI HIJA


    Fecha: 13/06/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: PEDROVL, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... contesta.	
    Gerardo se retiró mientras Diana y yo nos poníamos de acuerdo a qué hora pasaba por ella. Después de eso, ella se quedó ahí conmigo platicando de cosas sin importancia.
    Se llegó el día viernes, pase por ella 09:30 de la noche a su casa. Llegue y pite, saliendo ella casi en seguida. ¡¡Guau!! Cuando la vi, tuve una erección instantánea, vestía una blusa blanca escotada, la cual marcaba perfectamente sus bellos y apetitosos pechos y que transparentaba el encaje de su pequeño y sexy brassier, la misma que mostraba su lindo ombligo. Con una falda blanca, bastante ajustada a su cuerpo, la cual le llegaba casi a las rodillas y que marcaba perfectamente su bien delineada figura.
    -¡Que hermosa te vez hija!- Le dije, a lo que ella agradeció abrazándome y dándome un fuerte beso en la mejilla. Emprendimos el viaje, llegando al lugar una hora después. Llegamos, me baje y enseguida le di la vuelta al carro para abrirle la puerta y darle la mano para salir, ella agradeció el gesto. Cuando camino delante de mí, no pude evitar la tentación de mirar sus nalgas y es que Diana tiene de por si unas nalgas preciosas y bien formadas. Cuando más clavada estaba mi vista en ellas, Diana volteo a verme, como sintiendo mi mirada, se detuvo y me sonrió, paró un poco más su cola, mostrándomela con coquetería. Había buena luz y aun de noche se puede visualizar a través de la ropa que tipo de prenda interior se trae y a Diana no se le marcaba nada por lo que mi lujuriosa mente trabajo al mil ...
    ... pensando ¿es una tanga o no trae nada de bajo? Ya que no alcanzaba a ver siquiera la parte de su cintura para deducir.
    Levante la vista y la mire a los ojos, ella me sonreía, a lo que correspondí de igual forma, luego regrese la mirada a su bien formada cola. Si mi excitación ya se iba tranquilizando, en ese momento se volvió a reactivar, mi verga estaba dura dentro de mi pantalón. Y más porque lo había provocado la cola de mi hija Diana, con quien seguido había diferencias y hasta enojos entre nosotros. ¿Y si esa noche supiera que estaba excitado y tenía pensamientos pecaminosos con ella, podría ser motivo de otro enojo y hasta pelea? Pero solo esas sonrisas entre los dos, solo esa acción de ella de parame más la cola al ver que la miraba. 
    ¿El lugar? Era en una gran casa con un enorme jardín, ahí estaba centrado todo. Cuando llegamos, ya iban llegando muchos compañeros, la gran mayoría con chicas muy jóvenes y hermosas, algunos hasta con dos acompañantes. Diana que iba delante de mí, me toma de la mano derecha y  la lleva hasta su abdomen de donde la abrazo y ella se pega a mi cuerpo, mi verga esta dura y hace gran bulto en mi pantalón, se acomoda perfectamente entre sus duras nalgas, Diana no dice nada mientras seguimos avanzando, al  contrario, se acomoda a ella, así seguimos hasta llegar a la meza donde nos sentaremos junto a otros compañeros. 
    Mientras entre mis compañeros uno que otro tuvo la puntada de presentarlas como sus hijas o esposa y hubo algunas compañeras ...
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