1. SANANDO HERIDAS CON MI HIJA


    Fecha: 13/06/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: PEDROVL, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... bocas se comen entre ellas, apasionada y lujuriosamente. Entonces Diana me da un beso en la mejilla derecha y me pregunta al oído -¿No fue ese que presento a la chica como su hija?- Le doy un beso en la mejilla y acerco mi boca al lóbulo de su oreja y le contesto, -“Si y de hecho si es su hija”.-  Y le menciono a otros dos más, diciéndole donde esta otro que de igual forma se agasaja con su hija. Diana gira su cara y ve como el que le mencione, está en la misma posición que ella, pero comiéndose a besos con su padre.
    Diana me voltea a ver, sonríe y me da un fuerte beso en los labios. -¿Y tú como lo sabes?- Me pregunta con cierto asombro e interés. –Porque a esa chica la conozco, fue compañera de la prepa.- Añade. Luego me mira a los ojos, me sonríe y me da un beso en los labios. -¿Tú ya has venido a estas fiestas?- Me pregunta.
    -Si.- Le contesto y enseguida me pregunta -¿Viniste con mi “hermanita” Gaby o solo?- Sé que no quiere ni muy acepta a mi otra hija, es más, siempre evita hablar de ella y ahora quería saber si ya había ido con ella a ese tipo de fiesta. Se quedó en silencio y me miro a los ojos, luego de unos segundos, su mano izquierda tomó mi mejilla, saco su lengua con la que acaricio mis labios, la metió en mi boca, la saco y luego volvió a meter, luego sus labios se unieron en un suave beso. No era un beso muy de padre e hija, yo estaba caliente y excitado y mi verga dura y palpitando debajo de su muslo izquierdo y que estoy seguro la sentía.
    Separo sus labios ...
    ... de los míos, luego tomo su vaso vacío y se sirvió  whisky solo, a la mitad del vaso, tomando un gran sorbo, me ofreció e hice lo mismo, dejando de nuevo vacío el vaso.
    -¡Mí padre es un cabrón pervertido!...¡Y yo una put@ caliente!- Me dice al oído, al tiempo que meto despacio mi mano izquierda entre sus muslos, me mira a los ojos, me sonríe y separa un poco sus piernas, dejándome avanzar más allá, hasta llegar a tocar con los dedos una muy suave telita.  
    -¿Ha si? ¿Por qué lo dices?- Estaba excitado ya de por sí y quería saber si ella estaba dispuesta a seguir lo que ya había empezado tal vez primero como un juego y en esos momentos por todo el alcohol ingerido. 
    -Porque tienes a tu hija en las piernas en una fiesta donde viene puro pervertido, tu verga está palpitando debajo de mis piernas y tienes la mano metida en mi falda tocándome la tanga y todo esto me pone bien caliente.- Me contestó con una sonrisa llena de perversión y lujuria.  
    Diana estaba irreconocible, de la chica con la que semanas atrás había discutido a la chica caliente que ahora estaba en mis piernas, pero que sobre todo ¡¡era mi hija mayor!!
    Las horas de la madrugada avanzaban y como varios ya estaban más que borrachos, calientes y cachondos, apagaron las luces y solo permanecían encendidas unas cuantas al centro del jardín, por lo que muchos podían con mayor confianza desatar su lujuria ahí mismo, sin importar que el compañero de a lado estuviera haciendo lo mismo.
    Luego bajo su pierna derecha para ...
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