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SANANDO HERIDAS CON MI HIJA
Fecha: 13/06/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: PEDROVL, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... de la cama, nos abrazamos y fundimos en un beso profundo, largo y hambriento, mientras mis manos agarraba por completo sus ricas nalgas y mi verga se acomodaba entre su empapada concha. Se las apreté con fuerza una, dos veces. Con fuerza pero con delicadeza se las jale separándoselas y empujando mis dedos medios hacia su culito. -¡Que lindas y ricas nalgas tienes Diana!- Le dije mientras gemía suave en mis oídos. -¿Te gustan las nalgas de tu hija?- Me pregunto mientras empujaba sus caderas contra las mías. -¡Me encantan! ¡Me voy a comer a besos tus nalgas, voy a meter mi lengua en tu culo una y otra vez, me voy a comer tu concha para después meterte la verga y llenártela de leche, así como tu culo.- Le dije firme mientras ella solo gemía. -¡Si papi! ¡Que rico! ¡Hazlo, hazlo, cógete a la put@ de tu hija! ¡Cógetela como no lo quiere hacer el marica de mi novio!- Me dijo entre fuertes gemidos y jadeos. No esperaba que mi hija de veinte años aun fuera virgen, pero tan poco que viviera frustrada en el sexo. La separe de mí y suavemente del hombro la empuje hacia abajo, ella entendió rápido y se puso en cuatro frente a mí y llevo su boca a mi erecta verga que ya goteaba líquido seminal de la punta y un poco torpe la comió hasta donde más pudo. La saco de su boca y comenzó a toser. -Despacio, cómela despacio. Disfrútala, saboréala.-Le fui indicando como. La volvió a engullir ahora despacio, la saco un poco de su boca y se la volvió a meter. Si se notaba que no había ...
... mamado verga antes, por lo que con paciencia le fui guiando. La comenzó a chupar despacio, una y otra vez la metía despacio en su boca apretando los labios en todo su ancho. -Succióname la cabeza, anda mi niña.- Le dije. -¿Cómo?- Me pregunto. Le indique que se levantara y le comencé a chupar uno de sus senos, succionándolo con suavidad pero a la vez con fuerza. Ella entendió como y comenzó a succionar la cabeza de mi verga.¡¡Guau!! Lo hacía de maravilla. Pero la separe y me acosté sobre la cama, Diana me siguió rápido como perrita hambrienta y se prendió de nuevo de mi verga acomodándose entre medio de mis piernas. -¡Ven mi perrita, chúpame los huevos!- Le dije sin pensar que pudiera ofenderse, pero no, enseguida comenzó a chuparme los huevos con ansias. -¿Así papi? ¿Así te gusta que te los chupe?- Me pregunto entre jadeos. -¡Si preciosa, así!- Le conteste. -¿Te gusta cómo te chupa la verga y los huevos la perrita de tu hija?- Me pregunto mirándome a los ojos. -¡Si, me encanta y me vuelve loco!- Le conteste. Era evidente la excitación que le causaba las palabras sucias. Decirle que era mi perrita y comportarse como una verdadera perra, era perverso y lujurioso para ella. Me chupaba la verga y los huevos con ansias y me hubiera hecho venir en su boca si no la hubiera detenido. Le digo que se recueste y ella obedece con una sonrisa y su mirada clavada en mis ojos. Se recuesta como inicialmente lo había hecho y me acomodo entre medio de sus piernas, paso mis brazos ...