Don Roque I.
Fecha: 23/06/2020,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Sin dar la cara, se vistió completamente y terminó poniéndose su chaparrera corta en la cintura, junto con su inseparable machete veracruzano enfundado en la misma prenda de cuero. Puso sus cosas en una talega de ixtle y se dio la vuelta, contrario a lo que esperaba, la protuberancia de su verga desapareció debajo de la chaparrera y se retiró sin decir palabra alguna.
Al retirarse volví a la realidad y me encontré con mi verga parada y con una gota de preseminal asomándose. No me preocupé que me lo vieran así, era muy común ver a los bañistas totalmente desnudos y a veces hasta con aquello medio erecto. Además, mis pensamientos estaban en otro lado, empecé a buscar la forma de cómo me daría cuenta de la realidad y de lo que tendría que hacer para disfrutar de tan apetitoso manjar. Mi cerebro empezó a trabajar duro, se trataba de una respetable persona, adulto mayor y que seguramente me vería como un niño. A partir de ese día se me metió en la cabeza, varias veces me escapé temprano con la idea de verlo cada día con más claridad. Di por hecho que no había ningún padecimiento, que todo era normal y real, tal como lo constaté cuando en una ocasión se regresó por su jabón con sólo su toalla en el cuello, aunque de lejos, por unos momentos pude verlo en su totalidad, si que estaba grande así dormido, hasta donde habría de llegar estando erecto, con sólo pensarlo se me estremecía el cuerpo y a veces hasta yo mismo me negaba a tal posibilidad.
Casi a diario lo encontraba en ...
... cualquier lado y siempre dirigía la vista hacia el pubis, buscando ver lo que traía debajo del calzón de manta y sí, alcanzaba a notar el tamaño de lo que traía debajo de la chaparrera que bien lo cubría. Cada vez que lo veía, crecía mi deseo por verlo en vivo, sin nada que lo cubriera, contemplarlo en toda su gran dimensión, aunque sólo fuera eso, con ansiedad esperaba a que llegara el sábado que no iba Hilario, para ir al bañito solo o a veces acompañado por “el grillo” y buscar la oportunidad de recrear mi vista con aquello que, hasta de lejos, relumbraba pura sabrosura. Cada vez que coincidíamos en el estanque, no me perdía detalles de sus movimientos, así logré ver aquel enorme miembro, fruto que consideraba prohibido pero que ansiaba que fuera mio. A veces veía parte por debajo de la manta de su calzón mojado que dejaba ver mucho y otras cuando se levantaba e iba a vestirse, como gozaba de ese espectáculo.
Durante 6 semanas, discretamente estuve buscando la manera de deleitarme con lo de don Roque, pero no logré hacer nada por tenerlo, me daba pendiente por la persona que era, también me daba miedo por el tamaño y porque sabía que era un verdadero garañón, que nunca le faltó a quien coger cuando le daba la gana, cómo habría de fijarse en un mocoso como yo, en fin, sentimientos encontrados que no logré vencer, ni siquiera para acercarme a él y cuando menos acordé, se acabaron las vacaciones y tuve que regresar a clases. Todo el año escolar fue de estar recordándolo, haciendo ...