El Baño de Caro (2)
Fecha: 02/07/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Géminiskuri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... "AAAYYY!!" y sigo con 10, 12 y 14 y dice: "Aaah ahh para Tío, ya entró todo?"
-No mi amor". Y suavemente hago el trabajo de su placer, moviendo lento un mete y saca de 14 no me atrevo pentrarla más. Ella está en estasis se mueve para enterarse esa gorda estaca sola.
-Quieres más?
"Está rico Tío". Yo la sacó y ella se desvanece. "Ya terminaste?" Con cara de inconforme: "No han pasado mis 10 minutos?". Y de verdad faltan 3 todavía para terminar.
-Ven date vuelta. Y sonriente pone su trasero. Le digo: -Espera que te voy a lublicar bien ese culo, mi amor. Y primero se lo lamo muchas veces y ella se derrite de gemidos, me hunto el gel bien recordando la ayuda del mojón grande y grueso que boto anoche, mucho nos va ayudar. Y pruebo con el dedo. "Ay ay ay Tio, qué haces?!!!"
-Te va ha gustar."
"Y tu se la metiste a las primas ahí?"
-No, pero en un rato si. Y ya está bastante dilatado con dedo mío del medio que ha entrado fácil. Y la punteo, y voy abriendo esa carne roja que esconde su trasero: "Aaaayyyy tiito, me duele mucho!!!".
-"Espera un poco. Y hecho gel en el lomo de mi pene y su ano". Y se hunde hasta la mitad. --Te duele Caro?"
"Un poquito, pero quiero ir al baño."
-Espera un poquito.
Y sacó tres y undo cuatro y comienzo suavemente a gozar hasta los 10 cm y sigo avanzando. La tengo ...
... empalada en mi rabo largo la felicidad que me ha dado Caro. Y sigo dándole suaves embestidas por siete minutos hasta que en la profundidad de los casi 18 cm, eyaculo tres o cuatro raciones del simiente en su bello orto, toda la tensión, toda la adrenalina se ha esfumado en gozo y la felicidad que trae ese duro y dilatado orgasmo.
Mis huevos me duelen. Ella temblorosa y fatigada se estremece pero no hace por dejarse caer a la cama y liberarse, su espalda y su cabello suelto sudan como una pequeña Elefante, pegado por completo a sus ancas sedosas que no he soltado todavía, en el aire la sostengo y sus rodillas no tocan el borde de la camita, brilla todo el arrojo de su entrega y el sudor core por sus piernas y brazos como a mí, disfruto como nunca está experiencia que quiero y no quiero que termine; mi bella Carolina espera paciente que me despegue, quizá imagina que somos perros abotonados y sólo soy un Elefante viejo, que observa saliendo flacido y caer su enorme y pesada verga que escurre todavía semen, y del hueco visible de ese carnudo culo, el chorro blanco de mi leche.
Jadiantes, basándonos y abrazados nos encuentran mis hijas cada una con una muñeca debajo del vestido.
"Papi, papi, hay una mujer llamando en la puerta!!!."
Continuará.
Gracias por su estímulo y comentarios anteriores.