Mi maestra de Naturales - Relatos Eróticos

Mi maestra de Naturales

... y metí mi boca entre sus nalgas.
Saboreando el sabor de su ano y el de sus fluidos que ya escurrían de ella, ya que iban tres veces que yo me había venido en sus entrañas. Soltaba a gemidos deliciosos cada que yo tocaba con mi lengua los bellos alrededor de su ano y lo lamía como si fuera yo un perro! Ella en realidad estaba gozando ese momento, así que se metía sus dedos por delante, cuando de pronto me dice....
Metemela por el culo y no te detengas! Aunque grite y te razguñe, no pares ni te salgas!!!
eso era lo que yo más quería, pues esa era mi fantasía, desde que comencé a verla...
Sacó un gelecito de su buró de marca softube,donde por cierto vi que se asomaba un consolador, pero cerró el cajón rápido.
Se untó lubricante entre las nalgas, me puso en mi miembro y me pidió que le aplicará adentro suyo un poco más, ayudándome con mi dedo, cuando le metí mi dedo, sentí como si fuera una extensión de mi pene, palpé lo maravilloso que era ese rincón, cómo sedian sus pliegues y cómo se resbalaba mi dedo hacia adentro de su soñado culo.
Para mi sorpresa no olía mal, ni se sentía nada en su interior y eso que le dejé ir todo el dedo, pues ella ya era una veterana de 38 años con mucha experiencia y previamente a nuestro encuentro, ella ya se había preparado y aseado, después supe que se hacía lavados con lavativas para que no saliera ni hubiera nada desagradable durante el acto anal.
Una vez embarrada toda, le puse mi falo brilloso sobre su puntito peludo y ella dijo, ...

... espera, quédate quieto! me voy a mover yo, la tienes muy ancha y me puede lastimar exclamó.
Como piedra me quedé, con una pierna ligeramente apoyada tras otra y la teacher tomó con su mano izquierda por entre sus piernas mi pene y se lo puso en la cola y presionó y describió pequeños movimientos y mi pene se fue metiendo adentro de ella, se presionaba contra mí y no paró hasta tenerla hasta al fondo, soltando ricos gemidos ahogados.
Sácala despacito y vuélvemela a meter, me decía, pero no pude mucho y me volví a correr maravillosamente, pero ella sabía que yo estaba en mi plena juventud y que iba a seguir follando sin parar!
Mi semen la lúbrico más y fue cuando comencé a bombearla y embestirla con fuerza y lujuria, ella gritaba como jamás la había escuchado, mi rey metamela toda, quiero más.... Ahhhhhhh !
Yo se la quería meter más pero no le cabía estábamos totalmente pegados.
Cuando se la dejaba ir hasta el fondo, se escapaba el aire que las penetraciones le introducían, en forma de ricos pedos, jamás olvidaré ese sonido tan excitante, me posé en la cama con mis piernas abiertas y ella se sentó encima de mi, de espaldas y con sus piernas juntas penetrada por el ano.
Y así se tallaba en mi, sentía todas sus ricas nalgas frotándose contra de mí, mientras le hacía caricias en su espalda y ella reaccionaba apretando su colita, dándome latigazos de placer, finalmente la recosté boca abajo en su cama, le separé las piernas y le volví a mamar la cola para después penetrarla sin ...