LA TRAVIESA DE MI SOBRINA - Relatos Eróticos

LA TRAVIESA DE MI SOBRINA

... fuerte, los músculos de sus caderas y de sus nalgas se contraen, pero poco a poco se van relajando, así, ella misma comienza a mover sus caderas mientras devoro las mieles de su jugosa cosita. Sus manos no dejan de separarse sus deliciosas nalgas aun con la invasión de dos de mis dedos en su culito. 
Mientras mi traviesa lengua sigue explorando cada milímetro de su caliente y apretada cuevita, donde entra y sale, donde juguetea con su botoncito que presiona y agita, donde hace gemir suavemente a Araceli. Pero ya es tiempo de más y despacio le meto el dedo anular, entran tres dedos en su apretado culito totalmente. La mano derecha de Araceli suelta su nalga y empuja mi cabeza entre sus piernas, su mano izquierda aún sigue ahí abajo, agarrando su nalga y abriéndosela. Continúo follandola con mis dedos ahora más firme, pero despacio, mientras la respiración de Araceli se acelera y sus gemidos ahora son más fuertes, agita sus caderas con fuerza y sus piernas aprisionan mi cabeza, un violento orgasmo la invade y la hacen explotar mientras sus gemidos cambian por un lloriqueo. Me quedo quieto por unos instantes, despacio saco mis dedos de su culito y retiro mi cara de entre sus piernas, esto aún no acaba, mi verga que esta dura y se abrió paso por entre la pierna derecha de mi bóxer, exige participar de este banquete.
Me pongo de pie y me bajo el bóxer, mostrándole mi animal a mi sobrina quien esta con los ojos cerrados.
-¡Que deliciosa cosita tienes preciosa y que rico culito! ...

... ¡Pero meterte mi lengua solo es el comienzo!- Le digo mientras saco de una maletita que está en una mesita al lado de la cama un frasco de aceite.
Araceli abre los ojos y me mira sonriendo, baja la mirada y ve mi verga, ella se ríe un poco nerviosa pero con los ojos bien abiertos.
-¿Qué vas hacer tío?- Me pregunta levantando un poco la cara.
-¿Qué voy hacer? ¡Vas a comenzar a ser mujer, mi mujer!- Le digo mientras pongo un poco de aceite en mi verga.
-¿Voy hacer tu mujer? ¿Cómo?- Me pregunta sin dejar de mirar mi verga.
-Esta noche tu culito va ser mío y te lo voy a llenar de leche.- Le digo mientras acaricio sus piernas.
-¿Me vas a meter eso?- Me pregunta mientras señala mi verga –Me va a doler, está muy grande.- Me dice.
-No tengas miedo, no te va a doler mucho, tu culito ya lo dilate con mis dedos. Te va a gustar, te lo aseguro.- Le contesto.
Le digo que se acueste boca abajo, ella obedece y le coloco una almohada debajo de sus caderas, quedando sus nalguitas bien levantadas. Le separo las piernas y me coloco entre medio de ellas, le pongo un poco de aceite entre sus nalguitas, agarro mi verga y se la comienzo a tallar, embarrándole el aceite por toda su rayita. Baja Araceli sus manos y se agarra las nalgas, separándoselas, mostrándome su rosado culito. Centro mi verga y despacio comienzo a hacer presión, metiéndosela poco a poco, entrando la cabeza… Siento delicioso como aprieta su culito y oigo como respira fuerte, como se tensan sus manos y empuña las sabanas. ...