1. 14 – 138, 1961: Mayo


    Fecha: 01/09/2020, Categorías: Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... cuando vayas a orinar” todas esas expresiones calaban hondo en la pequeña, en su mente sobre todas las cosas, las caderas se movían más fuerte, el hombre metía todo ese trozo de carne hirviente de placer en esa cueva infantil, en es amina infantil, lamentaba no tener más semen para dejarle en esa cueva, sólo quedaban aquellos restos de semen que había sacado del trasero de Renata, lentamente se apartaron viendo de cara al sol “¿te gusto?” le dijo viéndola al rostro, ella asintió, “¿te gustó el lugar?” la respiración del jinete se calmó minutos después de haberlo hecho, se manoseaban las partes íntimas, “¿quieres de nuevo antes de irnos?” ella asintió con interés, sonrientes se besaron por unos instantes “¿cómo lo quieres… por detrás o por delante?” para sorpresa del jinete en los ojos de él en su delante se formaron dos dedos estirados de la mano derecha de la muchacha, rió diciéndole “golosa”, de esa forma ella voluntariamente se encorvó en la roca y el jinete le introdujo el pene moviendo sus caderas, la cara de él se apoyaba en la cabeza de ella, la respiración golpeaba el peli e la nena, luego le hizo acostar de espaldas a la roca y abriendo las piernas sobre los hombros le fue introduciendo el pene y asimismo la cadera se movía “eres mí Renata, sólo mía” le decía a ojos cerrados sintiendo el pene penetrar esa vagina preciosa, ella se dejaba sentir de ese pene grueso, todo estaba dentro y cuando eso sucedía le venía los gemidos, así quedaron de tanto sexo acostados ...
    ... en la piedra, tiempo después de saber la hora ya próxima al almuerzo la nena se inquietó, para sorpresa del jinete ella no esperó a ser limpiada en sus partes íntimas por el adulto,  le dijo que era tarde, el hombre la llevó en caballo hasta las proximidades de la ramada,  de la prisa olvidó el calzoncito con figuras de la época, se apeó del caballo junto con el jinete, se dieron apasionados besos, pero antes despedirse él le alzó el camisón para que los sostuviera arrimándola en un tronco de grueso árbol “no me iré antes de no haberte culiado” ella obediente sostuvo con sus dos manos al pecho el camisón mientras él se deslizaba el pantalón ajustado de montar por donde se amoldaba el pene erecto dibujado por la tela, del calzoncillo deslizado a los tobillos junto al pantalón liberó el pene “ven para acá, mi amor” se inclinó y metió el pene ella abría la boca sintiéndose penetrada, gemía, las manos liberaron el camisón y fueron a rodear las caderas del jinete insinuando la aprobación de ser penetrada y pidiendo más y más, Renata estaba siendo penetrada por ese fogoso jinete que mostraba su amor hacia ella a través de esa atracción carnal de sexo puro sin límites, “te deseo, siempre te deseo” jadeaba “no olvides mi pene al orinar, no lo olvides” jadeaba “que te quede en tu mente, no olvides este culeo” jadeaba “no lo olvides, mi amor” jadeaba “la tienes rica, rica, muy rica” allí quedó quietecito él, algo de semen salió, quizá gotas que ella en parte percibió, se besaron ...