1. Ojo por ojo


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Gays Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... los daños.
    
    Aunque siempre he pensado que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta, decidí tomar el camino más largo, pues pensé que así tendría más tiempo para reflexionar y me daría mayor margen de maniobra ante los acontecimientos que se fueran produciendo.
    
    Después de darle muchas vueltas, mi prioridad era mi matrimonio y mi familia. Conocer a Cos era lo mejor que me había pasado en la vida y la familia que habíamos formado me parecía simplemente perfecta. Por tanto, decidí que no quería perderla. Pero para ello, debía saber. El camino más corto era preguntarle directamente a mi mujer, evidentemente, pero el instinto me pedía ser maquiavélico. Me estaba engañando, así que también podía mentirme y mi prioridad era saber exactamente qué estaba pasando, por qué había pasado y cómo solucionarlo.
    
    Durante el siguiente mes tracé el plan. Siempre he sido un buen estratega por lo que tardé pocos días en dibujarlo en mi cabeza. La puesta en marcha era lo complejo y, aunque intenté dejar pocos cabos sueltos, no lo tenía controlado al cien por cien.
    
    Puesto en marcha, lo más difícil fue la convivencia en casa. Nuestra relación de pareja siempre había sido muy próxima, muy cariñosa, cómplice creo que es la palabra que mejor la definiría, lo que suscitaba una vida sexual muy activa. Os podéis imaginar que tener a mi mujer a dos velas durante un mes y pico, sí, a mí también, era difícil de llevar, lo que provocaba que ella estuviera súper irritable y saltara a la ...
    ... mínima. Puedo afirmar que ella no estuvo todo el mes desatendida, claro, pero esto no sólo es harina de otro costal sino que creo que aún la ponía de peor humor.
    
    Los primeros días, mientras acababa de dar forma al plan, los dediqué a conocer mejor los hábitos del individuo. Eran bastante tópicos, la verdad, pero pronto encontré un escenario en el que podría ponerlo en práctica.
    
    Al tener un trabajo en el que me muevo bastante y tengo absoluta autonomía para gestionar mi agenda, pasé varios días esperándolo al llegar a la oficina, viendo cómo salía a comer con algún compañero o compañera, Cos incluida, iba al gimnasio antes de volver a casa, a menudo salía de éste con alguna chica, con la que tomaba algo o se la llevaba a su casa. Este patrón era más o menos estable aunque desigual, pero cada día de los que estuve allí y no se fue acompañado de mi mujer, se tomó una pinta en un pub galés situado en la calle posterior a sus oficinas.
    
    No os he dicho que otra de las razones que aumentaron la irritación de Cos conmigo fue que me dejé barba. De novios, la había llevado alguna vez, más por pereza para afeitarme que por estética, pero desde que nos habíamos casado no había vuelto a dejármela crecer. En dos semanas se me puso cara de leñador, según el veredicto de mi amantísima esposa, y sin llegar a pedirme en ninguna ocasión que me la afeitara, podía ver claramente en su mirada que no le gustaba nada y que aumentaba su desconcierto respecto a mi comportamiento. Además, como ...
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