El callejón - Relatos Eróticos

El callejón

... ni idea si pasaron minutos, horas o segundos, pero mi petrificacion casi me cuesta un castigo por llegar un poco tarde a casa. 
Casa instante que mis ojos se mantenían algo cerrados escuchaba su susurro, sentís su mano en mi pierna, mi saliva pasaba lentamente por mi garganta, una gota de sudor recorría mi rostro, era una sensación que no había sentido, pero no estaba seguro si me gustaba o no, solo era diferente.
Al día siguiente ahí estaba de nuevo, antes que yo, no sabía que tan antes había llegado pero estaba totalmente instalada, agusto, me da las buenas tardes muy normal y yo solo moviendo la cabeza dando las gracias me dirijo de nuevo a estar un tanto alejado de ella, nosé a qué iba ahora, ni siquiera me preocupe por mis artículos, mi móvil no estaba completamente cargado, no lleve nada de comer, ni siquiera llevaba dinero, no se que hacía ahí pero tampoco me quería ir. Poco a poco ese día intentaba agarrar un poco de valor para mirarla, no tenía un rostro claro de ella, un recuerdo de su rostro con detalle no existía en mi cabeza, comencé con pequeñas miradas de re ojo, cuando note que ella no estaba en este mundo si no sumergida en el virtual, giraba unos milicentimetros mi cabeza y volvía, con total sigilo, mi sorpresa fue que después de varios intentos volteo y ella tenía fijamente su mirada en mi, vuelvo mi mirada hacia la pared y quería morirme de vergüenza había notado mis miradas, cierro los ojos y escucho el latir de mi corazón acelerándose, en mi oído ...

... regresa el susurro pero esta vez no era un recuerdo era ella ¿quieres llamar mi atención, virgen? Coloca nuevamente su mano en mi pierna y la mueve un par de centímetros hacía los lados, yo decido auto petrificarme, no abrir los ojos ni moverme, pero dentro de mis pantalones deciden traicionarme, una erección es más que evidente y escucho pequeñas risas y una voz juguetona " si, se ve que si lo eres" yo asiento lentamente con la cabeza sin abrir los ojos, con preocupación y miedo evidente en mi rostro, mi oído es ahora parte de un susurro que jamás hubiera esperado " tranquilo, para eso estoy compañero"  acto seguido coloca su lengua en mi oído, en la parte blanda y decide lamerla lentamente recorriendo casi toda mi oreja para posteriormente morderla con algo de rudeza, no tenía el valor para abrir mis ojos así que me límite a imaginarme todo, su mano en vez de seguir tocando de un lado a otro mi pierna decide ir directo hacia mi erección, tentar la húmeda zona que en mis pantalones ya hacía, recibo un fuerte ataque por ambos lados, mientras rentaba y masajeaba mis pantalones, su boca decide morder mi cuello, estaba siendo sometido por ambos territorios y yo no podía hacer nada, estaba acorralado, y quería seguir estando, pero todo ese sentir cambio, cuando escucho la bragueta moverse, instintivamente mi mano toca la suya, pero ella la retira lentamente haciéndome entender que todo va a estar bien, yo me coloco un tanto más cómodo, con mis manos a los costados, y siento como su ...